Una española que vive en Alemania explica qué es lo que menos le gusta del país: “En este país tú no estás bien”

Marcharse a vivir a otro país es una experiencia que cada vez más jóvenes españoles deciden realizar. En busca de nuevas oportunidades laborales, para conocer otras culturas o por amor, son muchos los motivos que empujan a las personas a cambiar su lugar de residencia. Sin embargo, la decisión no puede tomarse a la ligera: en España, al igual que en cualquier país, estamos acostumbrados a un clima, una gastronomía y unas tradiciones concretas, por lo que, si nuestro destino difiere mucho en estas cuestiones, puede producirse un gran choque cultural que amargue nuestra estancia en el extranjero.

Es por esta razón por la que los españoles generalmente eligen países con una cultura similar a la nuestra, como puede ser Italia. Sin embargo, otros deciden irse a lugares como Noruega, Suecia o Alemania, donde tanto el clima como las costumbres sociales son muy diversas. Muchas veces, la experiencia de hacer las maletas y asentarnos en un sitio desconocido es positiva, pues nos permite salir de nuestra zona de confort; sin embargo, también son muchos los testimonios de españoles que se han arrepentido de su decisión.

Las redes sociales se han llenado de contenidos en los que estos jóvenes muestran las cosas que más les gustan de sus nuevas residencias, invitando a otras personas a seguir sus pasos y buscarse la vida en el extranjero. Sin embargo, esta no está siendo la experiencia de Sara (@healingwithsara), una española que, tras dos años viviendo en Alemania, no ha conseguido adaptarse al país: “Llevo dos años sobreviviendo fuera de España. Sobreviviendo, que no viviendo. ¿Por qué? Porque vivo en Alemania. En este país, tú no estás bien. En este país, no me extraña que todo el mundo tenga depresión. Voy a dar tres sencillas razones de por qué afecta a mi salud mental vivir en Alemania”.

Sara ha señalado cuestiones como el clima, la gastronomía o la cultura, que son completamente diferentes con respecto a su país de origen. Por esta razón, la joven no se encuentra cómoda en Alemania, pese a haber vivido allí ya varios años. El primer motivo de su mala experiencia es el tiempo: “Que sí, tú dirás: qué bonito, para otoño... ¡Hace un frío! Todo el día lloviendo; no es normal que solo tengas 5 minutos de sol al día. Influye mucho en cómo te sientes, el mood que tengas, en la energía que tengas... Yo hay días que de verdad que no salgo de casa, lo único que quiero hacer es llorar. Así que me esfuerzo. Solo hay dos estaciones al año: once meses es invierno y uno verano”. En España estamos acostumbrados al clima mediterráneo, por lo que resulta muy importante para nosotros el buen tiempo para poder realizar actividades al aire libre. Sin embargo, en países que se encuentran más al norte en Europa, es más frecuente el frío, la lluvia y el mal tiempo, siendo uno de los aspectos negativos que los españoles suelen destacar de estos lugares.

“Cosa que también llevo fatal: la luz. Si en España pensamos que en invierno anochece pronto, en Alemania... Es imposible que a las tres de la tarde sea de noche, cómo es posible que no haya terminado de trabajar y ya sea de noche. No te da tiempo de vivir, no te da tiempo de nada, a no ser que te levantes a las 4 de la mañana”. El cambio de ubicación de Sara supone también un cambio total en su vida, ya que tiene que adaptarse a los ritmos y los horarios de Alemania, algo que no le está resultando fácil.

“Número 2: la cultura es increíblemente diferente. No es nada a lo que yo esté acostumbrada y, de hecho, tras vivir aquí dos años, en Alemania todavía me cuesta incluso hacer amigos alemanes. Tengo un par, pero esos los tenía desde hace bastante, incluso antes de mudarme a Alemania”. En este sentido, la española destaca que la forma de relacionarse y de ser de los alemanes es completamente distinta a la de los españoles, lo que dificulta crear vínculos estables y hacer amigos nuevos.

Además, Sara cuenta con una dificultad extra que empeora su experiencia en el país: “Yo que soy celiaca, lo llevo muy mal. “‘Si hay de todo’. No te digo yo que no, pero vete tú a comer fuera. Si en España nos pensamos que a lo mejor tenemos pocas opciones (ojo, yo soy de Madrid y en Madrid tenemos muchas), en Alemania es que te dan ganas de llorar”. Todas estas cuestiones es importante tenerlas en cuenta antes de buscar un nuevo destino.

La española ha terminado su vídeo lanzando un consejo a sus seguidores: “No sean como yo: no se vengan a otro país por amor sin haberlo pensado mucho, sobre todo si ese país no es cálido y no es a lo que estáis acostumbrados. Mi España querida, cómo te echo de menos”.