El pasado domingo 1 de diciembre, un joven de 25 años salió de su casa en Boussu, una comuna belga cercana a Dour, y no volvió a ponerse en contacto con sus familiares. Fue hacia las 14.30 horas de ese día cuando se vio por última vez a Gauthier Gobert, así que sus padres llamaron a las autoridades y la policía federal belga emitió una orden de búsqueda y una petición al joven de que “se pusiera en contacto con sus seres queridos” si se había marchado por voluntad propia.
Afortunadamente, cinco días después, el jueves 5 de diciembre, Gauthier fue encontrado sano y salvo, pero completamente desorientado, sin recordar lo que había ocurrido en los últimos días y con un alambre de púas atado alrededor de su cuerpo, lo que sorprendió por completo a las autoridades.
La búsqueda del joven belga desaparecido
La noticia de la desaparición de Gauthier Gobert fue ampliamente difundida en redes sociales y los medios de comunicación belga, que se hicieron eco de la búsqueda del joven. Por esta razón, se llevaron a cabo batidas para encontrar su paradero, especialmente en el campo de fútbol de Wasmes, localidad cercana a Boussu donde se encontró el coche de Gauthier. Ante este hallazgo, las autoridades realizaron búsquedas exhaustivas por la zona, para lo que emplearon un helicóptero que sobrevoló durante mucho tiempo el perímetro, especialmente la pista deportiva. Además, según señaló el medio Sudpresse, la policía federal belga hizo registros de los peatones cercanos al estadio.
Debido a la proximidad geográfica entre la comuna belga Boussu y el distrito francés de Valenciennes, la búsqueda también se trasladó allí, puesto que el joven conocía bien el barrio porque había estudiado, hacía dos años, en una escuela superior de esta zona. Por esta razón, las autoridades consideraron que Gauthier podía haberse marchado hacia ese lugar.
Finalmente, el joven belga fue encontrado en un bosque cercano a Fresnes-sur-Escaut, localidad francesa también cercana a la vivienda de Gauthier. Se había despertado en una arboleda y no recordaba lo que había ocurrido en los días previos, por lo que, alrededor de las 21.00 horas, corrió hacia la calle Claude-Monet para pedir ayuda, donde unos vecinos llamaron a los bomberos y a la policía nacional. Las autoridades encontraron al joven desorientado, sin rastros de golpes y sin las manos y los pies atados, pero su cuerpo estaba atrapado con alambre de púas que había sido amarrado con ataduras, especialmente alrededor de su pecho y su cuello.
Cuando llegaron los servicios de emergencias al lugar, Gauthier fue trasladado al centro hospitalario de Valenciennes para realizarle exámenes adicionales. El joven belga no había sufrido mayores daños que las heridas superficiales que las púas del alambre habían provocado en su cuerpo; además, era importante comprobar a qué se debía su falta de memoria, pues no era capaz de recordar qué había ocurrido durante los cinco días que había permanecido fuera de casa. Su desaparición, pese a que ha tenido un final feliz y Gauthier ha podido regresar a casa, continúa siendo investigada por la Policía Federal (PJF) de Tournai.