Grietas, ventanas que se caen, y una piscina que filtra agua en uno de los ‘templos del saber’: tres años para que el Gobierno arregle la Academia de Ciencias

Han pasado tres años desde que el Ayuntamiento de Madrid realizara una inspección desfavorable de la Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de España. El ministerio de Ciencia por fin ha licitado un contrato para mejorar el edificio, que tiene importantes desperfectos

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Ventanas y barandillas en mal estado, y desprendimiento en fachadas
Ventanas y barandillas en mal estado, y desprendimiento en fachadas

Muy cerca de la Gran Vía, en el número 22 de la calle Valverde, se levanta de manera discreta uno de los templos del saber de Madrid. Rodeada de restaurantes, comercios y edificios residenciales, la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de España (creada en 1847) sobrevive con el objetivo de fomentar el estudio, la investigación y la difusión social de las Ciencias Matemáticas, Físicas, Químicas, Geológicas y Biológicas. Decimos sobrevive porque su sede se encuentra desde 1893 en un vetusto edificio, ampliado y que tuvo que ser reconstruido tras la Guerra Civil y reabierto en 1949.

El inmueble tiene los achaques de su edad. Por eso, en agosto de 2021 no pasó la Inspección Técnica de Edificios (ITE) por parte del Ayuntamiento de la capital. Desde entonces, los 72 académicos numerarios que se reúnen en estas instalaciones están esperando que el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades tire de caja y arregle de una vez los desperfectos que se detectaron hace tres años. Por poner solo unos ejemplos, se han detectado humedades en muchas zonas, “como las filtraciones por parte de una piscina colindante”. Hay también grietas en las fachadas a los patios interiores y algunas jambas de las ventanas se están desprendiendo. “La situación es especialmente grave en la planta sótano y alrededor de los patios (...) Si no se actúa la situación puede empeorar”, señala la ITE realizada en 2021.

El Ministerio por fin ha licitado las obras de “subsanación de la ITE” de la Real Academia por un importe de 263.400 euros. La tramitación empezó el 20 de septiembre y a la espera de la adjudicación definitiva (seguramente la empresa Eico Ingeniería y Economía) realice estos trabajos, el proceso todavía no ha terminado. ¿Por qué tanto retraso? “El edificio pertenece al Ministerio de Ciencia. Ellos gestionan las obras”, se limita a decir un portavoz de la Real Academia. Desde Ciencia no hay respuesta a la pregunta formulada por ‘Infobae España’

Salón de Actos de la Real Academia de Ciencias
Salón de Actos de la Real Academia de Ciencias

Lo cierto es que basta con echar un vistazo al informe desfavorable de la ITE para ver las condiciones en las que han tenido que trabajar los académicos, que entre sus “principales funciones destaca la de asesoramiento al Gobierno en temas de su competencia, singularmente en los de política científica que puedan tener trascendencia en el desarrollo científico y tecnológico del país”. Todo muy paradójico. Que se hable de “desarrollo” cuando el edificio cuenta con daños en el ascensor cuya viga sobresale de la estructura y está hecho con amianto (un material peligroso para la salud), “y que debería ser retirado por un equipo especial”; hay zonas puntuales de la cubierta donde crece vegetación; las tuberías de cobre están degradadas; hay antenas obsoletas que “deberían ser retiradas”; y las barandillas con pasamanos de latón necesitan una urgente reparación.

39 puntos con desperfectos

Tampoco se libra la sala de conferencias, las vidrieras que hay en ella y la sala de calderas, “que se encuentra en mal estado”. El suelo de mármol se puede resquebrajar y es “imperativa” su reparación para “no comprometer esa zona”. También hay ventanas con cristales rotos, un patio interior donde el muro de contención se desprende, puertas oxidadas y rodapiés de piedra desprendidos. Es decir, además de las patologías constructivas, el Ayuntamiento enumeró 39 desperfectos que había que arreglar con urgencia.

Humedades y vidrieras rotas en la Real Academia de las Ciencias
Humedades y vidrieras rotas en la Real Academia de las Ciencias

El pliego de condiciones técnicas del contrato señala todas las mejoras que hay que realizar, incluida por ejemplo la colocación de una red antipájaros “para evitar el deterioro progresivo de los materiales de fachada” y la limpieza de grafitis. Las obras a realizar son de tal magnitud que el ministerio de Ciencia ha tenido que elaborar un documento de 356 páginas para reflejar todos los desperfectos del edificio y señalar los trabajos de mejora que hay que hacer. Están previstas tres meses de obras. La verdad es que el análisis de la situación del edificio no puede ser más desoladora. Solo se salva la estructura. El estado de las fachadas exteriores e interiores es malo; el de las cubiertas y azoteas, regular; la red de fontanería y saneamiento, mala; el comportamiento técnico del inmueble, malo; la instalación eléctrica, regular; la instalación de gas, mala; y el sistema de protección contra incendios, malo;

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