“Somos dos países con memoria, con una clara conciencia del pasado, en particular del que no puede ni debe repetirse, ni siquiera como caricatura”. Con estas palabras, el Rey Felipe VI ha intervenido en la Cámara de los Diputados de Italia, ante una sesión conjunta de unos 500 senadores y diputados italianos que se han reunido. Felipe VI como Letizia se encuentran en Italia desde este martes 10 de diciembre para realizar un viaje de Estado, donde además en Napóles el Rey será investido doctor “honoris causa”.
Un mandatario extranjero ha dado un discurso en el país por tercera vez desde que se restauró la democracia. La primera vez ocurrió con Juan Carlos I en 1998 y la segunda con el Papa Juan Pablo II en el año 2002. Las declaraciones del jefe del Estado son señaladas por no es frecuente que un dignatario extranjero hable ante ambas cámaras del Parlamento italiano. Por este motivo, Felipe ha querido recordar que España e Italia son “dos países con memoria, con una clara conciencia del pasado en particular del que no puede ni debe repetirse, ni siquiera como caricatura y vemos con lógica inquietud cómo muchos tratados, instituciones y foros multilaterales sufren una erosión acelerada, al tiempo que se cuestiona su eficacia aceptemos que muy mejorable”.
De la misma manera, el discurso ha empezado en italiano, un guiño que Felipe ha querido hacer a su padre, Juan Carlos I, ya que el emérito nació en Roma en 1938: “No nací en Roma, como mi padre, pero permitidme intentar decir algunas palabras en la bellísima lengua italiana”, ha dicho en la lengua del país.
Felipe también ha querido dar un toque atención sobre cómo viven estas instituciones un “peligroso deslizamiento hacia algo incierto… y nada luminoso. Y todo ello en un contexto global complejo y volátil, con conflictos abiertos y latentes”. En relación con los conflictos, Felipe VI ha subrayado lo “frágil” que es la paz, “incluso cuando se logra”. Sobre la guerra en Ucrania, ha resaltado la importancia de “seguir sosteniendo el esfuerzo de los ucranianos en busca de una paz justa” y de implicarse en la reconstrucción del país. En cuanto a Oriente Próximo, ha renovado su llamamiento a un alto el fuego definitivo, la liberación de todos los rehenes y el acceso masivo de ayuda humanitaria.
“Y cuando llegue el anhelado silencio de las armas, España e Italia seguiremos compartiendo ─por utópico que parezca─ la visión de dos Estados, Israel y Palestina, conviviendo uno junto a otro en paz y en seguridad, como la única solución posible que sea durable y justa”, ha destacado el monarca, siendo aplaudido en varias ocasiones por los parlamentarios.
Sobre la Unión Europea ha hablado de sus retos “complejos e ingentes” como son en materia de seguridad, la crisis climática, la transición energética o la gesión de la migración. “Debemos, como europeos, seguir dando a los inmigrantes el trato digno que se le debe a todo ser humano”, ha dicho sobre esto último. También ha pedido que Italia y España necesitan coordinarse cada vez más, “para que el Mediterráneo sea un espacio abierto, próspero, pacífico y sostenible”.
* Con información de EFE