Un hospital hace esperar a una mujer 3 días para parir por “falta de personal” y finalmente el bebé muere

El suceso ha ocurrido en Reino Unido, donde la criatura no pudo sobrevivir y falleció a las 35 horas de su madre dar a luz

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Una matrona sostiene a un bebé recién nacido (AdobeStock)
Una matrona sostiene a un bebé recién nacido (AdobeStock)

Estar preparado para el nacimiento de un bebé es imprescindible a la hora de cuidar tanto a la madre como el hijo que está en camino. Atender a ambos en los tiempos correctos es vital para evitar complicaciones que puedan acabar en tragedias. Este ha sido el caso de una pareja inglesa en la ciudad de Birmingham, que ha perdido a su bebé a las pocas horas de nacer por una “falta de personal” que condicionó el parto: estuvo 60 horas de espera para dar a luz, como explican los abogados.

Este hecho desencadenó una investigación para intentar dar con toda la verdad del fallecimiento, donde se han podido concluir ciertas premisas: las esperas contribuyeron a la muerte del pequeño. Acorde a lo que se sabe del caso de Chelsea Wootton, el parto estaba programado para ser inducido en la semana 41 de embarazo, aunque “no le advirtieron” de los peligros de pasar esa etapa. A pesar de ese plan, finalmente ese camino establecido terminó por no darse al existir un problema con el corto plantel del centro, tal y como publica BBC.

Le mandaron a casa, se rompió la bolsa y regresó de urgencias

La señora Wootton se encontraba en las instalaciones hospitalarias para esperar a la inducción de su parto, algo que estaba programado y que no se pudo realizar. A pesar de estar ingresada, “una falta de capacidad hospitalaria” supuso que no se realizase la intervención, como recoge el Tribunal Forense de Birmingham y Solihull.

Zona de recién nacidos de un hospital.  (Imagen Ilustrativa Infobae)
Zona de recién nacidos de un hospital. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Fruto de esa incapacidad de acción, se tomó la decisión de mandar a la mujer a casa para que volviese al día siguiente. Sin embargo, al poco de llegar a su domicilio, la bolsa se rompió y la pareja tuvo que acudir de urgencias para ser readmitida en el hospital de la ciudad. Un día después, las exploraciones dieron con unas heces del feto, que pronosticaban que algo no iba bien con el bebé. Tras ello, Wootton solicitó la cesara, que le fue denegada por tener preferencia otras emergencias.

No obstante, la situación empeoró con un deterioro del ritmo cardíaco del bebé, que finalmente fue el detonante para actuar finalmente. Ante la urgencia, se optó por realizar un parto asistido, pero ya era demasiado tarde. La criatura había quedado privada de oxígeno al haber inhalado meconio, algo que le causó un desenlace fatal: el bebé murió 35 horas después de nacer.

Tristeza y un reconocimiento de culpa

La familia del bebé quedó sumida en un estado de pena y tristeza profundo, donde jamás podrán olvidar esos casi dos días que pudieron compartir con su pequeña. “Siempre recordaremos con cariño esas preciosas horas que pasamos con ella, pero no estoy seguro de que alguna vez podamos superar lo que pasó”, son las declaraciones de la familia.

Por otro lado, la fundación Sandwell and West Birmingham, encargada de la gestión del centro hospitalario de la ciudad, asumió la responsabilidad del suceso. Además, también dejaron un mensaje donde decían “aprender de esta tragedia”.

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