Faltan enfermeras y las tenemos en el paro: más de 17.000 especialistas esperan para trabajar en atención primaria

La implementación de la especialidad en enfermería familiar y comunitaria avanza lentamente y en algunos casos está paralizada, lo que obliga a las profesionales a marcharse o quedarse en el paro

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Faltan enfermeras y las tenemos en el paro: más de 17.000 especialistas esperan para trabajar en atención primaria.

No es ningún secreto que el Sistema Nacional de Salud (SNS) adolece de una falta de sanitarios, que se concentra especialmente en la atención primaria. Así lo evidenció un reciente informe del Ministerio de Sanidad, que insistía en la “notable escasez de profesionales” en esta primera línea de cuidados, especialmente en pediatría y medicina familiar y comunitaria. La enfermería no se queda atrás: se calcula que hacen falta cerca de 123.000 sanitarios más solo para alcanzar las ratios europeas. La profesión enfermera es, de hecho, la que mayor sobrecarga vive: trabajan tan solo 6,16 enfermeras por cada 1.000 habitantes, a gran distancia de países como Reino Unido (10,34) y Noruega (21,68).

Donde podrían hacer más falta estas profesionales es en la atención primaria, pero su presencia es escasa, sobre todo porque no se crean plazas para emplearlas. Desde que en el año 2010 se lanzase la formación especializada en enfermería familiar y comunitaria (EFyC), las plazas para residentes han crecido a ritmos acelerados, con hasta 641 puestos más convocados en los últimos años. Pero, al terminar su formación, solo el 22% son contratadas, la gran mayoría como interinas.

¿Y el resto? Deben emigrar a otras regiones o países, contentarse con trabajar en otros campos de la salud o esperar en el paro. Es el caso de Guillermo Vera, presidente de la Asociación EIR y enfermero andaluz. Vera invirtió dos años en su formación como especialista de EFyC para después marcharse al País Vasco, pues “era la única opción de trabajar en atención primaria”, explica. Ahora que ha decidido volver a su tierra, se encuentra en situación de desempleo.

“En los años 80-90 se hizo una apuesta por profesionalizar más aún la medicina de familia, creándose la especialidad, y esa transición fue tensa porque había médicos en atención primaria sin ser especialistas, pero se llevó desde el principio porque desde la administración se priorizó la contratación de médicos con la especialidad. Esa transición no se está dando con la enfermería”, critica Vera.

El centro de salud como un “paraíso prometido”

Parte del problema, dice, está en el “traslado de personal masivo desde el hospital hacia la atención primaria”, que se realiza de forma periódica porque se considera el centro de salud como un retiro adelantado. “Hace 40 años, la enfermera en un centro de salud a lo mejor estaba solo firmando recetas del médico o sacando sangre, haciendo cuestiones muy técnicas que no requerían gran cualificación. Pero no es el punto en el que estamos hoy”, advierte.

Pese al cambio de responsabilidades, todavía existen colectivos que “tienden a definir la primaria como una suerte de paraíso prometido. Cuando ya llevas mucho tiempo en el hospital con contratos precarios, te vas a la primaria”, define Vera.

El actual Ministerio de Sanidad tiene como objetivo impulsar la especialización enfermera, que presenta una implementación desigual en los distintos territorios de España. Por ello, en su Plan de Atención Primaria, se marcó el objetivo de potenciar la formación y contratación de profesionales especialistas en enfermería familiar y comunitaria. Esta meta apenas se ha conseguido, y desde el Ministerio aluden a una “limitada disponibilidad actual de enfermeras/os especializadas en EFyC”. Una teoría que Vera rechaza completamente. “Hay más de 17.000 especialistas en España”, asegura. En concreto, son 17.589, según el Consejo General de Enfermería.

¿Por qué no se contrata?

Nombramiento de enfermeras especialistas en atención primaria entre 2022 y 2023. (Ministerio de Sanidad)
Nombramiento de enfermeras especialistas en atención primaria entre 2022 y 2023. (Ministerio de Sanidad)

Las especialistas están disponibles, pero “no hay una demanda coherente por parte de los servicios de salud”, critica Vera. Según el Ministerio de Sanidad, 14 comunidades autónomas, contando INGESA (servicio de salud de Ceuta y Melilla), han creado la categoría de EFyC, a excepción de Madrid (que trabaja en consolidar la especialidad) y el País Vasco (que igualmente prioriza a las especialistas). De ellas, 11 han creado plazas para las especialistas, pero solo seis priorizan su contratación en las Ofertas Públicas de Empleo.

De hecho, en cuatro comunidades no se ha realizado ningún nombramiento de especialistas en EFyC en los últimos dos años. Es el caso, por ejemplo, de Andalucía, donde, según el informe de Sanidad, se han contratado tres enfermeras especialistas como interinas, pero después registran cero nombramientos de enfermeras.

Esta misma comunidad asegura promocionar la contratación de especialistas, algo que desde el punto de vista de Vera es engañoso. “Más bien se penaliza”, asegura, pues “tener la especialidad vale aquí 3 puntos en bolsa, mientras que trabajar el tiempo que uno invierte en hacer la residencia (que son dos años) valdría 7,2 puntos”, explica el enfermero. En comparación, revela que la especialidad de medicina familiar y comunitaria se premia con 25 puntos extra en la bolsa de contratación. Esta falta de promoción se repite en todas las comunidades “que no tengan una bolsa específica de trabajo y que funcione bien, que prácticamente son todas”, señala Vera.

Hospital Enfermera Isabel Zendal, en Madrid. (Alejandro Martínez Vélez/Europa Press)
Hospital Enfermera Isabel Zendal, en Madrid. (Alejandro Martínez Vélez/Europa Press)

Estrategias de éxito que se abandonan: el caso de Valencia y Castilla-La Mancha

Estos últimos años, ha habido dos servicios sanitarios aventajados en la contratación de enfermeras especialistas en atención primaria, pero que parecen haber abandonado sus modelos. Es el caso de la Comunidad Valenciana y Castilla-La Mancha. En el primero, “se legisló para que cada plaza que se quedase libre tras una jubilación en atención primaria se convirtiese automáticamente en plaza de especialista”, explica Vera.

Esta decisión dio sus resultados: en 2022, nombraron 192 especialistas; y en 2023, a 263. Pero en el último año la medida parece haberse paralizado, asegura Vera. Algo parecido ocurre en Castilla-La Mancha, donde el plan de retención de talento ofrecía contratos de al menos dos años a las enfermeras que acababan su residencia, lo que supuso 274 nombramientos entre 2022 y 2023. “Esto solo ha afectado a la promoción que acabó el año pasado. Este año, han dejado de ofertarse este tipo de contratos, no porque no haya vacantes o no haya puestos disponibles, sino porque ha dejado de ejecutarse esta política”, lamenta.

El Ministerio de Sanidad ha celebrado los avances producidos en los últimos años, pese a que ninguna comunidad autónoma cumple los objetivos marcados respecto a la enfermería familiar y comunitaria. Vera, por su parte, reclama “un cambio radical de modelo”: “De pasar de tener una enfermería que ve la primaria como el lugar de retiro a una enfermería que ve la primaria como un espacio muy proactivo desde el que se pueden implementar muchísimos cambios”, concluye.

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