Pedro Sánchez afila el área de comunicación de la Moncloa para dar la batalla por el relato. Con la elección de Ion Antolín como nuevo secretario de Estado de Comunicación, que sustituye a un “quemado” Francesc Vallès –como reconocen en el PSOE–, el presidente del Gobierno suma a su equipo a un nuevo perfil “duro” para combatir el discurso “duro” de la derecha y la ultraderecha, tal como añaden estas voces.
El cambio en la parte alta de este importante departamento, aunque se plasmó en el BOE este miércoles, echa a andar este viernes, día de la Constitución, según confirman fuentes de Moncloa. El nombramiento de Ion Antolín, hasta ahora director de comunicación del PSOE, al frente de este órgano superior integrado en el organigrama de la Presidencia del Gobierno, se produce en una etapa especialmente convulsa para el dirigente socialista.
Concretamente, llega en un momento en el que el frente judicial asola al presidente del Gobierno, con su mujer y su hermano imputados, y la sospechas de la corrupción se ciernen sobre el partido que dirige ante las acusaciones sin pruebas vertidas por el presunto comisionista del caso Koldo, el empresario Víctor de Aldama. En todo caso, el alcance judicial todavía está por definir teniendo en cuenta la imputación del exministro socialista y exnúmero tres de la formación de la rosa, José Luis Ábalos, en el marco de esta trama.
El secretario saliente asumió esta responsabilidad en julio de 2021, coincidiendo con la salida del Gobierno de José Luis Ábalos y Carmen Calvo como ministros o el entonces jefe de Gabinete, Iván Redondo. Vallès, que fue diputado en el Congreso de los Diputados y en el Parlament de Cataluña por el PSC, se había convertido en el secretario de Estado de Comunicación más longevo después de Carmen Martínez de Castro, que lideró este departamento con Mariano Rajoy durante siete años.
Fuentes socialistas subrayan que el exdirigente “ya llevaba mucho tiempo” al frente del área de comunicación, encargada de la “coordinación de la política informativa del Gobierno y la elaboración de los criterios para su determinación, así como el impulso y la coordinación de la política de comunicación institucional del Estado”. También, tiene en su haber la elaboración y difusión de los comunicados del Gobierno y de su presidente, así como las relaciones con los medios de comunicación.
Ante la petición del propio Vallès de salir de Moncloa para “descansar”, según apuntaron desde su entorno, Sánchez optó por Antolín, una figura que conoce bien el departamento al haber sido asesor en la Secretaría de Estado de Comunicación (2021-2022) y director general de Coordinación Informativa (2022). “Los compañeros son los mismos”, señalan voces cercanas al exdircom del PSOE.
Sánchez no pierde de vista el foco en el papel de los medios
Aunque las principales caras del órgano no han cambiado desde entonces, la coyuntura sí lo ha hecho, recrudeciéndose la ofensiva política para desgastar al Gobierno. Así lo avisó el propio presidente del Gobierno en su discurso para clausura del 41 Congreso Federal del partido, celebrado en Sevilla el pasado fin de semana, frente a 7.000 personas y después de haber sido reelegido con el 90% de los votos como líder de la formación por cuarta vez en diez años.
“En estos años de gobierno progresista, hemos sido capaces de crear un modelo de éxito que combina la creación de empleo y crecimiento económico, con la reducción de las desigualdades y el cambio climático. Un modelo que prueba que el bienestar de la mayoría puede y debe imponerse al privilegio de unos pocos. Ese éxito nuestro es lo que les aterra y enoja. Esa es la razón de todos sus ataques y frustración, de su desesperación”, alertó Sánchez para justificar los frentes judiciales que acorralan a su entorno.
En su análisis, como de costumbre, Sánchez puso el foco en “la internacional conservadora y una internacional ultraderechista que colaboran y se apoyan mutuamente, reforzados a su vez por un amplio entramado de empresas, medios de comunicación, tabloides digitales y agentes de la desinformación que trabajan a su servicio con el único objetivo de tumbarnos”.
Papel activo de Antolín para “pinchar la burbuja del antisanchismo”
Para luchar contra el “relato falseado” determinado por la derecha y difundido en lo que denomina los “pseudomedios”, Sánchez se vale de un perfil combativo, tanto en los medios como en “las redes sociales”, como definen fuentes del PSOE. Estas voces subrayan que la elección de Antolín al frente del departamento de comunicación no es casual, sumándose a otros perfiles que rodean al presidente y que son reconocidos, precisamente, por su marcado carácter político, como son los ministros Óscar Puente y Óscar López.
El papel de Antolín en la campaña de las elecciones generales de julio de 2023 fue crucial, una etapa en la que el presidente del Gobierno se lanzó a “pinchar la burbuja del antisanchismo” desde los mismos programas de televisión y radio que “habían contribuido a sembrar una imagen negativa” del dirigente socialista, según reconoció el propio Sánchez en su último libro, Tierra Firme (Península, 2023).
En dicha obra, el secretario general del PSOE también explica cómo consiguió revertir el insulto “Perro Sánchez”, una estrategia en la que participó de manera activa el propio Antolín. “Durante la campaña, la difamación se convirtió en sonrisa, el odio se hizo broma”, sostiene para destacar los memes sobre perrosanxe, como el de Más sabe el perrosanxe por perro que por sanxe. Dentro de esta resignificación de los “mensajes difamatorios”, Sánchez extrajo “la lección más importante de la campaña”: “Es posible disolver el odio con humor, en las redes y los medios, con nuestros líderes políticos tomándose a broma las ofensas y miles de personas activas, deseosas de contribuir, conscientes de la trascendencia del momento”.
El nuevo secretario de Comunicación de la Moncloa se ha implicado de lleno en la defensa del entorno del presidente del Gobierno, salpicado por las causas judiciales. Más allá de dar la cara, Antolín acompañó a Begoña Gómez a declarar ante el juez Juan Carlos Peinado. Tampoco se esconde a la hora de confrontar directamente con los adversarios políticos, con una presencia destacada en las redes sociales que, dado el contexto político, no apunta a que la vaya a reducir.