El incendio que devastó la emblemática catedral de Notre-Dame de París el 15 de abril de 2019 dejó al mundo conmocionado. Con un patrimonio cultural y arquitectónico que abarca más de 850 años de historia, la pérdida fue un duro golpe tanto para Francia como para el resto del planeta. Más de cinco años después, la investigación sobre el origen de las llamas sigue en curso, aunque las autoridades han señalado que la hipótesis de un accidente es la más probable. La catedral está a punto de reabrir sus puertas al público, este sábado 7 de diciembre, miles de personas tendrán la oportunidad de pisar este monumento.
El origen del incendio y las primeras investigaciones
La tragedia comenzó en el techo de la catedral, concretamente, en el área del arenero del muro del canalón del coro, en la esquina sureste del cruce del crucero. En el momento del desastre, se estaban realizando trabajos de restauración en la estructura. Según los informes oficiales, el fuego se desató en esta zona y se propagó rápidamente, consumiendo la aguja de la catedral, el tejado, el reloj y parte de la bóveda. La magnitud del incendio, que destruyó gran parte del símbolo arquitectónico de la capital francesa, provocó la apertura inmediata de una investigación preliminar y más tarde, una investigación judicial formal para determinar las causas.
A lo largo de estos cinco años y medio de análisis, se han estudiado numerosas pruebas, incluyendo la revisión de esos trabajos de restauración que se estaban realizando, así como el sistema eléctrico y de seguridad de la catedral. Al principio, se descubrieron fallos importantes, como que algunos de los trabajadores fumaban, pese a la prohibición que había sobre esta práctica, y que se utilizaban aparatos eléctricos no autorizados en el tejado. Teniendo en cuenta estos detalles, todo apuntaba a que se trataba de un error humano, aunque no hubo indicios claros de criminalidad. A pesar estas sospechas iniciales, la hipótesis con más peso es la de que se trató de un accidente.
El proceso de la investigación y las conclusiones preliminares
Cinco años después del desastre, la investigación sobre el origen de las llamas está a punto de cerrarse. Acorde a la fiscalía parisina, “todas las pericias sobre los precintos han finalizado” y las conclusiones están ahora en manos de los jueces. A pesar de todo lo que se ha avanzado este lustro, aún queda trabajo por hacer. Se está desarrollando un modelo 3D del incendio (basado en las grabaciones y fotografías de la tragedia) con la finalidad de comprender cómo pudieron propagarse las llamas y confirmar si la hipótesis accidental es la correcta. Se espera que este proyecto se complete durante los próximos meses y se utilizará para contrastar las distintas teorías sobre el origen del fuego y cómo se extendió por todo el edificio.
Fallos en la seguridad y contaminación por plomo
Los expertos también han observado varios fallos en la seguridad del edificio que, probablemente, ayudaron a la rápida extensión del fuego. La alarma tampoco funcionó correctamente, lo que retrasó la llegada de los bomberos.