El hombre que se arruinó tras ganar una cesta de Navidad de 360.000 euros al desconocer lo que tenía que pagar a Hacienda

El sorteo de la Lotería de Navidad del 22 de diciembre es uno de los grandes eventos del año en España. Esta edición, que tendrá lugar en domingo, pondrá en juego hasta 2.702 millones de euros en premios, 112 millones más que en 2023. Los poseedores de un décimo premiado con el Gordo recibirán un importe bruto de 400.000 euros, pero como Hacienda se queda con el 20% del galardón que supere los 40.000, el dinero que llegará a los bolsillos de cada ganador será 328.000 euros.

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Sin duda alguna, una cifra estratosférica, pero este sorteo no es el único navideño que puede dar lugar a premios de decenas de miles de euros. El otro gran evento ampliamente conocido es la Lotería del Niño del 6 de enero, que otorga 200.000 euros por el décimo premiado del Gordo. Pero lo que no mucha gente conoce es que hay cestas de Navidad que pueden superar estas cantidades.

El restaurante Mariano de Calamocha, ubicado en el número 190 de la carretera Sagunto-Burgos (Teruel), se hizo famoso por sus cestas de Navidad valoradas en centenares de miles de euros. Se celebraron hasta la fecha 15 ediciones en las que los ganadores se llevaron coches de lujo, motos, viajes, productos caros de alimentación y otros artículos con valores totales superiores a los 300.000 euros en muchos casos.

En 2024 no habrá cesta, la última fue en 2022, y la edición más polémica tuvo lugar en 2014. En aquel año el ganador fue Víctor Brun, un calandino residente en Barcelona, quien tuvo en principio la fortuna de llevarse una cesta valorada en 360.000 euros. Recalcamos la expresión “en principio”, ya que el galardón no resultó como él quería.

Y es que meses más tarde de recibir todos los regalos de la cesta, Hacienda llamó a su puerta reclamando 142.200,96 euros más un recargo de 28.440,19 por saltarse el primer pago de impuestos. “Anteriormente a este tiempo no llegó nada. Nadie te informa exactamente de lo que vas a tener que pagar después”, explicó el propio Víctor en una entrevista al programa Cuatro al Día en 2019.

“Ellos vienen con un gestor y con un papel que pone que a ti te ha tocado la cesta”. Acto seguido, Brun explica que con la “emoción” y al ser en ese momento “el hombre más feliz de España”, firmó sin leer dato alguno sobre impuestos. En el momento de esa entrevista, el ganador aseguró que ya debía 201.000 euros a la Agencia Tributaria entre deudas y recargos y que no sabía cómo “frenar” la situación.

Su premio incluía un coche de alta gama (Porsche), otro coche “normal” descapotable (Mini Cooper), una moto (Ducati), dos lingotes de oro, 14 de plata, unos relojes Cartier, cincuenta y pico jamones... pero todo se convirtió en una pesadilla. “No me ha tocado una cesta, me ha tocado pagar”, concluyó.

Cuando la noticia de la complicada situación de Brun con el fisco salió a la luz en 2016, el restaurante hizo un comunicado indicando que el importe a pagar en el IRPF para era de 125.283,48 euros, es decir, el 34,80% del valor de los productos, tal y como señala Heraldo de Aragón.

Asimismo, indicaron que siempre advierten a los premiados sobre cómo son los impuestos a pagar y que les aconsejan vender los lingotes de oro y los relojes de la cesta para solventar la tributación con Hacienda. De este modo, en 2014 el valor de los productos libres de impuestos rondó los 234.000 euros.

Sin embargo, el agraciado explicó que tuvo que vender los lingotes por un precio inferior al de su valor, lo mismo que le ocurrió con los coches y la moto. “Es un impuestón, una bestialidad. Me quedé helado cuando recibí la carta”, indicó en declaraciones recogidas por el mismo diario.

Cabe señalar que todos los premios de elevadas cuantías están supeditados a la tributación a Hacienda, por lo que siempre se recomienda consultar las bases de los sorteos y concursos para conocer los impuestos a pagar tras cobrar el dinero.