Tras el reciente fallecimiento de la princesa Birgitta de Suecia, el rey Carlos XVI Gustavo emitía un comunicado en el que expresaba su “gran tristeza” por la pérdida de su hermana, una mujer a la que describe como “pintoresca y franca”. No es baladí la elección de esos dos adjetivos, pues Birgitta fue una princesa atípica que vivió y se expresó con una libertad poco propia de su posición, tanto que llegó a acusar de envidioso a su hermano en un conocido programa de televisión.
Birgitta era la única de las cuatro hijas de Gustavo Adolfo y Sibila que conservó el título de Su Alteza Real por su matrimonio con el príncipe alemán Johann Georg von Hohenzollern-Sigmaringen. De hecho, la princesa nunca llegó a divorciarse de su marido pese a hacer vidas separadas porque no estaba dispuesta a perder su título y su posición en la línea sucesoria.
Además de ese privilegio que la diferencia de sus hermanas, Birgitta también ha sido la hermana más mediática del monarca sueco, con numerosas apariciones y entrevistas que no siempre han sentado bien al rey.
“Siempre ha estado celoso de mí”
Fue en el año 2015 cuando la hermana de Carlos XVI Gustavo protagonizó sus declaraciones más polémicas. La princesa habló para el programa de televisión Parveniks y se refirió a su hermano en los siguientes términos: “Él siempre ha estado celoso de mí y no lo entiendo porque yo lo quiero muchísimo. He intentado hacer lo mejor para nuestro país, pero él sigue echándome cosas en cara”.
“Yo llevo a Suecia en mi corazón. Cada vez soy más azul y amarillo [colores de la bandera sueca], pero creo que eso nadie lo entiende y menos el rey”, agregó en aquella entrevista, donde dio a entender que el monarca no entendía su decisión de residir en España. “Yo siempre lo he defendido y lo he apoyado como rey. Siempre lo tengo en mi cabeza”, sentenció.
Su matrimonio
La princesa conoció a Johann Georg en 1959 en Múnich, ciudad a la que se había desplazado para aprender alemán. Años más tarde relataría en una conversación con Aftonbladet cómo fue su primer encuentro con el príncipe, que fue a recogerla a ella y a una amiga en coche: “Me senté en la parte de atrás. Me enamoré al instante”, aseguró.
Tras casarse en 1961, Birgitta se mudó definitivamente a Múnich y comenzó una nueva vida alejada de los protocolos de la familia real. “Coger el teléfono y llamar al dentista, tener dinero en la mano y salir a comprar… no había hecho nada. Todo era completamente nuevo”, relató en 2022 en el documental Sessan, a royal saga.
En los años 80, la hermana de Carlos Gustavo abrió su propia boutique en Múcich. Y es que la moda, junto al deporte, era una de sus grandes pasiones. Fue precisamente su espíritu deportivo el que la llevó a mudarse a Mallorca en los 90, tras separarse de su marido. En la isla balear pasó sus últimas décadas y disfrutó de su deporte favorito, el golf.