El Gobierno regional que preside Isabel Díaz Ayuso ha concedido de momento este curso poco más de 103.000 cheques comedor para ayudar a otras tantas familias en la manutención de sus hijos que se quedan a comer en los centros educativos. Y eso que el pasado periodo escolar finalizaba con la promesa del consejero de Educación, Enrique Viciana, de conceder 30.000 becas más hasta las 137.000, con un importe de 68 millones de euros. Mientras que padres, oposición y sindicatos señalan que los trámites de solicitud se han complicado más este año, lo que se ha traducido en un descenso de becas concedidas, desde Educación defienden todo lo contrario y aseguran que las novedades introducidas han permitido agilizar las peticiones. Este dato todavía no es definitivo.
María Pastor, diputada de Más Madrid en la Asamblea y portavoz de educación, afirma que “el modelo que se sigue en la Comunidad de Madrid tiene una barrera burocrática muy importante. Save the children habla de 320.000 niños y niñas en riesgo de pobreza y las becas solo llegan al 30%. Para superar esta barrera burocrática no vale solo con simplificar el proceso de solicitud, hace falta un apoyo a las familias durante la tramitación. Y aunque los centros ayudan a las familias, no pueden hacer ese apoyo que permita superar esa barrera”.
De la misma opinión es Carmen Morillas, presidenta de la Federación de Asociaciones de Padres de Alumnos Giner de los Ríos. “Hay mucho que se puede mejorar en el sistema de tramitación de becas. En el verano había 170.000 solicitudes. Las becas se pueden solicitar por tres vías: en el propio centro educativo, que necesitan un refuerzo; en las ventanillas únicas de la Administración, pero allí solo registran no revisan si todo está bien; y telemáticamente, donde muchos padres se pierden. Sin olvidar que muchas familias desconocen que se puede pedir estas ayudas”, señala.
Por eso, la Comunidad de Madrid decidió abrir un segundo plazo de solicitudes entre el 31 de octubre y el 28 de noviembre. El objetivo era destinar el crédito sobrante del primer procedimiento para los alumnos que fueran incorporado al sistema educativo tras el comienzo de las clases y también para las familias que fueron excluidas en septiembre por distintas circunstancias, como errores cometidos al rellenar la instancia o la entrega de la misma fuera de los plazos establecidos. Los beneficiarios de esta segunda convocatoria recibirán la cuantía de la beca concedida con efectos retroactivos al inicio del curso.
La ayuda va destinada a los alumnos de Educación Infantil, Primaria, y Secundaria Obligatoria matriculados en centros sostenidos con fondos públicos de la región, también los concertados. Entre las novedades, se establecía para poder solicitar este cheque un nuevo límite de renta per cápita (el resultado de sumar todos los ingresos de la unidad familiar entre el número de convivientes) inferior a 8.400 euros anuales (anteriormente era de 4.260 euros) en casi todas las modalidades de solicitantes excepto en tres (hijos de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, hijos de víctimas de violencia de género e hijos de víctimas del terrorismo).
Coste diario de 5,5 euros
Según los datos a los que ha tenido acceso Infobae España, el 96% de los solicitantes de las becas (99.186 familias) recibirán 445 euros al año, lo que supone una media de 2,2 euros diarios. Hay otros 1.543 niños que perciben 800 euros anuales y 2.267 que tendrán una ayuda de 979 euros. El resto son casos puntuales con cuantías mucho más altas que oscilan entre los 1.056 y 1858 euros. Por ejemplo, la beca más alta la recibe una sola familia que tendrá 1.858 euros para ayuda al comedor (con toda seguridad de un centro concertado). Porque el coste diario del comedor en los centros públicos es de 5,5 euros.
¿Quién tiene derecho a esos 445 euros? Toda familia que sea beneficiaria del Ingreso Mínimo Vital con una renta per cápita que oscile entre los 3.000 y los 8.400 euros; familias con una renta per cápita inferior a 8.400 euros; alumnos en situación de acogimiento familiar; familias con algún miembro de la unidad familiar víctima de violencia de género o víctima del terrorismo, y familias con algún miembro de la unidad familiar perteneciente a Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado con destino en la Comunidad de Madrid. En este último caso hay 10.755 solicitudes concedidas. Ayuso puso en marcha en 2020 esta medida para atraer a policías nacionales y guardias civiles a la región y que pidieran el traslado a Madrid.
Esteban Álvarez, portavoz de Educación del grupo parlamentario socialista, cree que la Comunidad de Madrid confunde el concepto de beca, “que debe ir ligada a unos condicionantes económicos. No pueden recibir la misma ayuda aquellas familias que perciben el Ingreso Mínimo Vital con familias de guardias civiles que a lo mejor los dos progenitores ingresan un sueldo en casa. En ambos casos, la Consejería de Educación les financia la ayuda al comedor en 2,5 euros. No parece un sistema muy justo”. Hay otros 2.143 beneficiarios encuadrados en la categoría de hijos de víctimas de violencia de género y 109 en la de hijos de víctimas del terrorismo.
Luego, las familias beneficiaras del Ingreso Mínimo Vital con una renta per cápita inferior a 3.000 euros reciben una beca anual de 800 euros. Y las familias perceptoras de Renta Mínima de Inserción o beneficiarias del Ingreso Mínimo Vital a la que se le ha extinguido la Renta Mínima de Inserción reciben 979 euros anuales para el curso escolar. Educación también tiene entre los beneficiarios a 350 niños acogidos por protección internacional y 445 menores ucranianos.