El rey Carlos XVI Gustavo de Suecia ha recibido un duro golpe personal. Su hermana, la princesa Birgitta, ha fallecido a los 87 años en Mallorca, donde residía desde hace años. Su muerte ha sido anunciada este miércoles 4 de diciembre por el mariscal de la corte, mientras que el monarca se ha pronunciado para comunicar la triste pérdida de una de sus hermanas, princesa viuda de Hohenzollern.
“Con gran tristeza he recibido hoy la noticia del fallecimiento de mi hermana, la princesa Birgitta. Mi hermana era una persona pintoresca y franca a la que mi familia y yo extrañaremos profundamente. Junto con toda mi familia, envío hoy mi más sentido pésame a los hijos y nietos de la princesa Birgitta”, ha expresado el rey.
Nacida el 19 de enero de 1937 en el castillo de Haga, Birgitta Ingeborg Alice es la segunda de las cuatro hijas que los príncipes Gustavo Adolfo y Sibila tuvieron antes de dar la bienvenida a su heredero, Carlos Gustavo.
La noticia de la muerte de Birgitta golpea a la familia real en plena polémica por el préstamo de 7 millones de coronas suecas que los reyes, Carlos Gustavo y Silvia, pidieron al gobierno en plenas vacaciones en Brasil para poder finalizar el año.
Quién es la princesa Birgitta
Birgitta era una de las conocidas como “las cuatro princesas de Haga”, título que hacía mención a las hijas de Gustavo Adolfo y Sibila que se criaron en el palacio en el que actualmente residen la princesa Victoria, su marido y sus dos hijos.
Sin embargo, Birgitta fue la única que llegó a convertirse en princesa de verdad, pues se casó con el príncipe e historiador del arte Johann Georg von Hohenzollern-Sigmaringen, apodado por su entorno cercano como Hansi. Así, la hermana de Carlos Gustavo recibió el título de princesa de Hohenzollern.
Birgitta y Hansi se conocieron en Múnich, ciudad a la que la princesa decidió mudarse en 1959 para aprender alemán. Allí viviría con su marido y tendría a sus tres hijos: Carl Christian, Désirée y Hubertus. En los años 90, los príncipes rompieron su relación y la hermana de Carlos Gustavo decidió mudarse a Mallorca, aunque el matrimonio nunca llegó a divorciarse.