Marius Borg cenó con su familia el Domingo de Ramos, horas antes de uno de los abusos de los que se le acusa

El hijo mayor de la princesa heredera de Noruega, Marius Borg Høiby, de 27 años, ha quedado en libertad tras pasar una semana bajo custodia policial al ser acusado de dos casos de violación. Según las autoridades, los delitos involucrarían a mujeres jóvenes que se encontraban inconscientes o incapaces de resistirse durante el acto. Además, Borg Høiby enfrenta una investigación por un tercer caso de abuso sexual, mientras que él niega rotundamente las acusaciones.

Según informa el portal Se og Hør, los hechos que ahora sacuden a la familia real comenzaron el sábado 23 de marzo, horas antes del Domingo de Ramos, cuando Marius y su entonces pareja asistieron a una cena familiar en un ambiente aparentemente tranquilo y festivo rodeado de los padres de él. Después del encuentro, ambos tomaron un taxi hacia su residencia en Skaugum, pero en el trayecto Marius decidió cambiar sus planes. Tal y como reflejan los informes a los que ha accedido el medio, prefirió bajarse en el centro de Oslo para continuar la noche en una fiesta, dejando a su novia sola en el taxi.

En las primeras horas del domingo, mientras su pareja regresaba a casa, Marius supuestamente estuvo con una mujer desconocida en su residencia en Oslo. Allí habría tenido lugar la agresión sexual, que la policía describe como una violación ocurrida alrededor de las 8:10 de la mañana.

Uno de los elementos más impactantes del caso es la supuesta existencia de videos del incidente almacenados en el teléfono móvil de Marius. Estas grabaciones fueron clave para que la policía iniciara una investigación en su contra desde noviembre. Durante el interrogatorio, la presunta víctima, de unos 20 años, afirmó no haber sido consciente de lo sucedido hasta que fue informada por las autoridades.

El abogado defensor de Borg Høiby, Øyvind Bratlien, asegura que los videos, cuando se analizan en contexto, no demuestran un acto criminal. Sin embargo, la fiscalía sostiene lo contrario y ha ampliado las acusaciones tras descubrir más material durante la investigación.

Los problemas legales de Marius no terminan con las acusaciones sobre lo ocurrido en Semana Santa. En agosto, fue señalado por un caso de abuso en su última relación, y actualmente tiene órdenes de alejamiento contra tres exnovias. Según su expareja, días después del supuesto ataque de Pascua, Marius mostró un comportamiento agresivo, rompiendo muebles y puertas en su residencia en Skaugum.

Este patrón de conducta ha despertado preocupación, no solo entre sus allegados, sino también en el público. Hace unas semanas, se filtró un video en el que Marius, en tono de burla, describe de manera gráfica cómo terminó su relación anterior: simulando dar una bofetada. Este clip, compartido en una cuenta privada en Instagram, ha intensificado las críticas hacia él y a la familia real.

El príncipe heredero Haakon, su padrastro, ha sido el único miembro de la familia real que ha comentado públicamente sobre el caso. Y, durante una visita oficial, expresó su preocupación por la gravedad de las acusaciones y reafirmó el compromiso de la familia de apoyar a Marius en su rehabilitación: “Nosotros, como familia y como padres, hemos estado muy interesados en que Marius reciba ayuda y hemos trabajado durante mucho tiempo para llevarlo a un lugar donde pueda recibir más ayuda, rehabilitación y tratamiento. Es algo a lo que damos alta prioridad, pero debe ocurrir dentro del marco que el aparato legal establece para el futuro”.