Si hay un año que quedará para siempre marcado en la historia de la casa real noruega es el 2024. Y es que a lo largo de estos doce meses, la Casa Real de Noruega ha estado haciendo frente a grandes polémicas, siendo la más significativa el proceso judicial que rodea a Marius Borg Høiby, quien fue detenido el pasado mes de agosto por agredir física y psicológicamente a su expareja.
Desde entonces, su rostro no ha dejado de copar los titulares de la prensa nacional e internacional, pues todo se complicó aún más con dos nuevas acusaciones, otras dos exnovias de Marius, quienes también fueron víctimas de un comportamiento violento por parte del joven. Pero si las cosas ya no fueran lo suficientemente complejas, a las pocas semanas de haber sido puesto en libertad, el royal noruego se saltó la orden de alejamiento interpuesta por su exnovia. Además, se empezó a especular que la princesa Mette-Marit habría actuado como colaboradora, avisándole a su hijo de que le iban a arrestar y, presuntamente, limpiando su apartamento.
A todo ello se sumó el hecho de que, apenas un día después de ingresar en un centro de desintoxicación, el hijastro de Haakon de Noruega fuese detenido de nuevo, acusado de violar a una joven y grabar el delito. Todas estas polémicas, vinculadas al primogénito de la princesa noruega, han puesto en entredicho la reputación de la monarquía noruega y, en consecuencia, el matrimonio de los futuros reyes, el cual estaría al borde de la ruptura.
La solución que evitaría la ruptura
Hace un tiempo, la experta en casas reales Togve Taalesen explicó en el portal noruego nettavisen.no que las polémicas que envuelven a Marius Borg podrían tener graves consecuencias en el vínculo de la pareja. “Podría ser que la pareja del príncipe heredero tenga que sacrificar su relación para preservar la monarquía noruega”, afirmó entonces Taalesen, señalando que algunas fuentes le habían señalado la idea de un posible divorcio.
Ahora, el experto en realeza europea Johan T. Lindawall ha analizado la situación que atraviesa la Corona de Noruega para asegurar que solo existe una solución para evitar la inminente ruptura entre el príncipe heredero y su esposa, Mette-Marit, lo que, a su vez, pondría punto y final al revuelo provocado por los delitos de Marius. “Transparencia total. Haakon y Mette-Marit de Noruega tienen que salir y hablar de ello”, ha manifestado Lindawall en el periódico noruego Sevensk Damtidning.
El comunicador y sus compañeros coinciden en que “esto es una catástrofe total” e indica que “no creo que pueda empeorar en la historia moderna de la realeza noruega”. Aunque se trata de “una situación emocional excepcional”, Lindwall insiste en que los príncipes deben empezar a tratarlo con más honestidad.
Y es que la sinceridad será la pieza clave que le permitirá restaurar su estatus entre los ciudadanos noruegos, pero también reconciliarse entre ellos por todos los hechos sucedidos estos últimos meses. “Hay que tomar distancia de sus acciones y Mette-Marit tiene que explicar por qué se comporta así”, señala el experto y cree que, de lo contrario, será “interminable y muy difícil”.