El jefe del Ejército del Aire y del Espacio, general del aire Francisco Braco Carbó, ha despejado las dudas sobre la continuidad de la misión internacional en Senegal, donde la fuerza aérea española despliega a 14 militares y un avión de transporte C-295, que componen el denominado Destacamento Aéreo Táctico (DAT) ‘Marfil’. “Yo le veo futuro a ese despliegue”, ha augurado Braco este martes en un encuentro con la prensa, en el que ha desgranado los planes del Ejército del Aire de cara a los próximos años.
En este sentido, el militar ha explicado que la presencia española en el aquella región se debe a que “el Sahel es de máximo interés” para el país, pese a que el Ministerio de Defensa se vio obligado a finalizar la misión en Malí, el pasado mayo. Allí, desde la base que Francia tiene en el Aeropuerto Internacional Blaise Diagne de la capital senegalesa, el contingente español presta apoyo logístico principalmente a las fuerzas galas.
El jefe del Ejército del Aire ha detallado que, desde el mes de julio, la aeronave C-295, perteneciente al Ala 35 de la base aérea de Getafe (Madrid), no permanece todo el tiempo en Senegal, sino que despega desde España cada vez que las tropas francesas llevan a cabo un relevo de personal. “Las operaciones francesas han sido drásticamente reducida por haber tenido que abandonar Malí, pero siguen teniendo presencia en la región. Últimamente lo estamos desplegando (al avión) con una cadencia de una semana al mes”, ha señalado Braco.
A finales de la última semana, España ha llevado cabo el relevo de su propios militares, en un acto que estuvo presidido el teniente coronel Mariano Marín Navarro, del Estado Mayor del Mando de Operaciones (EMMOPS). En el mismo, el comandante Juan Pablo Aliseda Cuevas, al frente del 47 contingente del Destacamento ‘Marfil’, ha recibido el mando de la Unidad de la comandante Débora Gómez López.
Una región convulsa
El Destacamento Marfil comenzó sus operaciones en 2013 y ha desempeñado sus funciones de manera continuada a lo largo de estos 11 años. La presencia española en este país de África responde a la misión que, ese mismo año, Francia lanzó con el objetivo de detener el avance yihadista en el sur de Malí, con el principal propósito de evitar que la capital del país, Bamako, callera en manos de los terroristas.
España se sumó a la operación con el fin de brindar apoyo a la misión francesa en el Sahel, no por nada el Estado Mayor de la Defensa ha designado a este despliegue “Apoyo a Malí”. En concreto, este destacamento tiene asignadas diferentes misiones de transporte aéreo táctico y logístico intrateatro, además de misiones de reabastecimiento en vuelo. Sin embargo, la misión se ha visto reducida después de que el nuevo Gobierno maliense, surgido de un golpe de estado, obligara a Francia a dejar el país en octubre de 2022, mientras que España replegó sus tropas siete meses más tarde.
La retirada de Occidente del Sahel es inversamente proporcional al crecimiento de la influencia de Rusia. Los nuevos gobiernos de la región ven en Moscú un aliado que no les pide reforma política o social alguna a cambio de su apoyo. Por su parte, la presencia china está más vinculada al comercio, dado que Pekín está interesada en el acceso a los recursos, por ejemplo, minerales de la región.