Este diciembre, los protectores de los pájaros están pidiendo a los jardineros que adopten una singular estrategia para alimentar a las aves durante el invierno: esparcir chile en polvo en sus jardines. Este método, aunque pueda parecer inusual, conforma una solución eficaz para dejar comida disponible para las aves hambrientas mientras se evita que otros animales, como las ardillas, se la roben.
Con el invierno a la vuelta de la esquina, las aves enfrentan serios desafíos para encontrar alimento. Durante varios años, se ha evidenciado una marcada disminución en el número de aves que visitan los jardines, una realidad que ha sido atestiguada por numerosos jardineros. Se cree que esta reducción está vinculada a la caída significativa del 80% en la población de insectos en las últimas dos décadas, una consecuencia directa de la pérdida de hábitats y el cambio climático. Esta situación ha desestabilizado la cadena alimentaria, ya que muchas especies de aves dependen de los insectos como fuente primaria de alimento. Con el invierno, el escenario se vuelve aún más grave, pues las fuentes de alimento son todavía más limitadas, poniendo a las aves en riesgo de morir de hambre.
La Royal Society for the Protection of Birds (RSPB) ha sugerido que una forma efectiva de ayudar a estas aves es dejar comida para pájaros en los jardines. Sin embargo, el desafío radica en que otros animales, como las ardillas, suelen robar estos alimentos antes de que las aves puedan aprovecharlos. Aquí es donde el chile en polvo se convierte en una herramienta clave: “A las aves no les afecta en absoluto el sabor picante del chile en polvo, mientras que las ardillas y los zorros lo odian”, explica la RSPB. De esta forma, al espolvorear chile sobre las semillas, frutos y otros alimentos destinados a las aves, se garantiza que estos alimentos sean consumidos exclusivamente por las aves.
Los jardines que cuenten con bebederos o mesas para pájaros pueden beneficiarse especialmente de esta técnica. Se puede dejar una mezcla nutricionalmente adecuada de cacahuetes, semillas, gusanos de la harina y rodajas de frutas como manzanas y peras. Los tordos y mirlos, por ejemplo, encuentran estas frutas particularmente atractivas. Además, se recomienda incluir pequeñas cantidades de sobras domésticas como pasteles, arroz cocido y pan rallado, aunque es crucial no excederse con estas para no alterar la dieta natural de las aves.
Chile en polvo para espantar a otros animales
El uso del chile en polvo para este propósito es simple. Según la RSPB, “el chile fuerte en polvo o la salsa de pimienta, como el tabasco, se pueden agitar sobre la comida para pájaros”. El enfoque es práctico y seguro, ya que respeta la biología de las aves mientras aprovecha la aversión que sienten los mamíferos hacia el picante.
Además de ser un acto de apoyo a la vida silvestre, esta práctica tiene el potencial de involucrar a más personas en la conservación y el cuidado de su entorno natural. Los jardineros no solo pueden disfrutar de la presencia de diversas especies de aves en sus jardines, sino que también contribuyen activamente a su supervivencia en una época del año particularmente dura.
Esta iniciativa no solo resalta la importancia del papel humano en la conservación de los ecosistemas. Proteger la biodiversidad es crucial para el equilibrio del planeta y gestos como estos, aunque pequeños, pueden tener un impacto significativo. Fomentar la coexistencia entre la vida silvestre y las áreas urbanas es un paso hacia una armonía necesaria entre los seres humanos y la naturaleza.