Kate Middleton protagonizaba este martes 3 de diciembre su esperada reaparición pública tras anunciar que ha finalizado su tratamiento contra el cáncer. La princesa de Gales se ha enfrentado a su compromiso más importante desde su retirada y, para la ocasión, ha rescatado una joya que llevaba meses sin lucir y que se ha convertido en su amuleto personal: su anillo de compromiso.
En los últimos meses, la esposa del príncipe Guillermo solo ha llevado su alianza de oro galés y una nueva sortija de diamantes y zafiros que se ha incorporado recientemente a su joyero. Esto desató los rumores de que Kate había desterrado definitivamente su anillo de compromiso por la leyenda que lo asocia a varias desgracias.
Sin embargo, el pasado noviembre la princesa rompió con todas esas habladurías escogiendo su joya predilecta para acudir al Festival del Recuerdo de la Legión Real Británica. Ahora, lo ha vuelto a hacer en el acto con el que retoma su agenda oficial tras recuperarse del cáncer: la recepción al emir de Catar. Kate llevó en su anular el impresionante anillo que recibió del príncipe Guillermo para formalizar su compromiso matrimonial y que antes perteneció a Diana de Gales.
El anillo de Kate
Lo cierto es que Kate Middleton ha lucido este anillo en algunas de las ocasiones más importantes de su vida. De hecho, fue la única joya que llevó en el vídeo con el que anunció que padecía cáncer el pasado mes de marzo.
La mítica pieza consiste en un zafiro de Ceilán de 12 quilates rodeado por 14 diamantes solitarios engastados en oro blanco de 18 quilates. Pertenece a la firma londinense Garrard, gestionada por los herederos del que fuera nombrado joyero de la corona en 1843.
Este anillo, inspirado en el broche que llevó la reina Victoria en su boda con el príncipe Alberto, tiene un gran valor sentimental, pues Lady Di no dejó de lucirlo ni siquiera tras su divorcio de Carlos de Inglaterra. Tras la muerte de la princesa, fue Guillermo quien heredó la joya y la utilizó para pedir matrimonio a su actual esposa y madre de sus tres hijos.
El anillo de zafiro acaparó numerosos titulares en 1981, cuando el entonces príncipe Carlos lo adquirió para formalizar su compromiso con Diana. La pieza generó controversia en la familia real por no tratarse de una creación exclusiva para la princesa, sino una joya que cualquiera podía adquirir en el catálogo de la firma por 47.000 libras, unos 57.000 euros en la actualidad. Por este motivo, el anillo fue bautizado peyorativamente como ‘zafiro del plebeyo’, aunque posteriormente se convertiría en un icono internacional asociado a la princesa Diana y su ‘heredera’ en el título, Kate Middleton.