Más de 20 millones de personas juegan la Lotería de Navidad en España. La probabilidad de que toque el Gordo (los 400.000 euros por décimo) es de una entre 100.000 (es decir, del 0,001%), al igual que la del segundo (125.000 euros) y tercer premio (50.000 euros). Sin embargo, hay un método que aumenta las probabilidades de ganarlo: apostar en peñas.
Según explican los expertos, jugar en grupo en lugar de hacerlo individualmente puede aumentar significativamente las oportunidades de ganar. Los cálculos son claros: si la probabilidad de ganar con un solo boleto es de 1 entre 100.000 al comprar más boletos, esa probabilidad aumenta. Por ejemplo, si un grupo de 10 personas compra 10 boletos en total, las probabilidades de ganar se incrementan, ya que cubren más combinaciones. En este caso, la probabilidad de ganar sería de 10 entre 100.000, lo que equivale a 1 entre 10.000. De esta forma, mientras más boletos se compren, menores son las probabilidades de que el ganador esté fuera del grupo, lo que reduce la “distancia” entre el apostante y la posibilidad de obtener el premio.
Además, jugar en grupo no sólo incrementa las probabilidades matemáticas de ganar. El entusiasmo y la moral también suben al formar parte de una comunidad que trabaja junta hacia un objetivo común. Pero, ¿Cómo comenzar a hacerlo?
Cómo organizar una peña para jugar la Lotería
Desde el blog de la Administración de Lotería de Manises (Valencia) explican que para poder formar una peña de lotería será necesario reunir a un grupo de personas interesadas en participar en el sorteo, compartiendo tanto el coste del boleto, décimo o apuesta, como la posible ganancia.
El primer paso al crear una peña de lotería es establecer unas reglas claras sobre su funcionamiento: decidir en qué sorteos se va a participar, cuánto aportará cada miembro, quién se encargará de comprar y guardar los boletos, si se aplicará alguna comisión o si se destinará parte del dinero recaudado a una causa benéfica, entre otros aspectos.
Legalmente, una peña de lotería se considera una comunidad de bienes que administra tanto las aportaciones económicas como los premios obtenidos. Por eso, es recomendable que las normas queden por escrito y que cada participante reciba una copia del boleto o décimo con el que jugará.
También es fundamental establecer una fecha límite para realizar los pagos correspondientes, lo cual garantiza que cada miembro tenga derecho a participar. En algunas peñas, es posible comprar más de una participación para un mismo sorteo, y si quedan participaciones sin cubrir, estas se distribuyen entre los miembros interesados en adquirirlas.
Cómo se cobra el dinero que se gana
A menos que las normas de la peña de lotería indiquen lo contrario, en caso de ganar un premio, este se repartirá entre los miembros en proporción a la participación de cada uno. En algunas ocasiones, una parte del premio puede destinarse para participar en futuros sorteos.
Los premios de lotería inferiores a 2.000 euros se pueden cobrar directamente en cualquier administración de lotería, mientras que los premios superiores a esta cantidad solo pueden ser cobrados en entidades financieras autorizadas por Loterías y Apuestas del Estado.
En el caso de premios menores a 2.000 euros, la persona encargada de custodiar los boletos o décimos puede cobrar el premio y luego distribuirlo entre los participantes. Sin embargo, si el premio supera los 40.000 euros, estará sujeto al impuesto sobre las loterías que aplica Hacienda -retendrá el 20% de la cantidad que exceda el límite, aplicable a la totalidad del premio y no a cada participante individualmente-. Por este motivo, todos los ganadores deben identificarse al momento de cobrar el premio para que se les aplique la retención fiscal correspondiente.
En este caso, la persona encargada de custodiar el décimo debe declarar el premio y distribuirlo entre los ganadores, quienes, a su vez, deberán justificar su parte ante Hacienda. Es esencial que en ningún momento una sola persona cobre el premio sin identificar a los demás participantes. Si se realizara de esta forma, el reparto posterior podría considerarse como una donación, lo que generaría la obligación de pagar el impuesto correspondiente a las donaciones. Por lo tanto, es necesario especificar a la entidad financiera quiénes son los ganadores y el porcentaje de participación de cada uno.