Una mujer de 32 años descubre que es adoptada y que es amiga en Facebook de su padre biológico: “De todos sus hijos, soy yo quien se parece más a él”

La periodista Tamuna Museridze emprendió una búsqueda personal cuando se enteró de que había sido adoptada y su historia la llevó a destapar una trama de bebes robados en Georgia

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Tamuna y Gurgen. (Instagram/@Tamuna_Museridze)
Tamuna y Gurgen. (Instagram/@Tamuna_Museridze)

La historia de Tamuna Museridze es una de determinación y descubrimientos emocionales. Todo comenzó en 2016, cuando la mujer que la crió falleció. Fue entonces, cuando al limpiar la casa, Tamuna descubrió un certificado de nacimiento que, si bien llevaba su nombre, tenía una fecha de nacimiento que parecía incorrecta, pero que resultó ser real, conforme detalla la BBC en un reportaje. Este hallazgo despertó en ella la sospecha de que podría haber sido adoptada. Decidida a conocer la verdad, emprendió una búsqueda que la llevaría a descubrir mucho más de lo que esperaba.

Su pesquisa arrancó con la creación de un grupo de Facebook llamado “Vedzeb”, que significa “Estoy buscando”, con el propósito de hallar a sus padres biológicos. Sin embargo, en lugar de respuestas, encontró un escándalo de tráfico de bebés en Georgia que afectó a miles de familias durante décadas. Al igual que sucedió en España con los llamados “bebes robados” durante la dictadura franquista, a muchos padres se les dijo que sus hijos recién nacidos habían muerto, cuando la realidad era que habían sido vendidos. Tamuna, que también es periodista, había trabajado para reunir a cientos de familias separadas por este oscuro episodio, pero todavía se enfrentaba el misterio de sus propios orígenes.

El gran avance en su búsqueda llegó en el verano cuando recibió un mensaje a través de su grupo de Facebook. Un informante de una zona rural de Georgia la puso tras la pista de una mujer que había ocultado un embarazo y dado a luz en Tiflis en septiembre de 1984, aproximadamente la misma fecha en que nació Tamuna. Esta persona creía que la mujer podría ser la madre biológica de Tamuna y le proporcionó un nombre.

Tamuna buscó inmediatamente a la mujer en línea, pero al no encontrar resultados, publicó una llamada en Facebook preguntando si alguien la conocía. Una mujer respondió, diciendo que la mujer que había ocultado el embarazo era su tía. A pesar de pedirle a Tamuna que retirara la publicación, accedió a realizarse una prueba de ADN, mientras esperaban los resultados, Tamuna finalmente hizo la llamada telefónica a la mujer que creía que era su madre.

Al hablar con ella, Tamuna recibió una respuesta inesperadamente fría y dolorosa. “Empezó a gritar y dijo que no había dado a luz a un niño. No quería tener nada que ver conmigo”, recuerda Tamuna, quien a pesar del impacto, decidió continuar con su búsqueda. Quería entender las circunstancias de su adopción y conocer algo que solo su madre podía decirle: el nombre de su padre.

Una semana después de la llamada, llegaron los resultados de ADN confirmando que Tamuna y la mujer que la contactó por Facebook eran primas. Con esta evidencia, Tamuna convenció a su madre de aceptar la verdad y revelar el nombre de su padre: Gurgen Khorava. Esto fue un shock pero también un paso crucial en su búsqueda personal de sus orígenes.

Su padre la conocía desde hacía tiempo

Una vez con el nombre de Gurgen, Tamuna lo encontró rápidamente en Facebook. Para su sorpresa, Gurgen había estado siguiendo su historia en redes sociales. “Había estado en mi lista de amigos durante tres años”, confiesa asombrada Tamuna. Pronto acordaron reunirse en su ciudad natal, Zugdidi. El encuentro fue una emotiva reunión familiar donde Tamuna conoció a nuevos parientes: hermanos, primos, tías y tíos. “De todos sus hijos, yo soy la que más me parezco a mi padre”, comenta la periodista.

Ella no era una niña robada

A pesar de haber encontrado a su padre, una duda persistente acechaba a Tamuna: ¿había sido robada de su madre como tantos otros niños en Georgia? Finalmente, en el marco de un documental que una empresa de televisión polaca estaba filmando sobre su vida, Tamuna tuvo la oportunidad de preguntar directamente a su madre. Descubrió que no había sido robada; su madre la había abandonado tras un breve encuentro con su padre, guardando el secreto durante 40 años.

El doloroso descubrimiento de que pasó 10 días a solas con su madre antes de ser adoptada fue difícil para Tamuna. En ese encuentro final, su madre le pidió que mintiera sobre su historia y dijera que había sido robada. Tamuna se negó. “Si miento, ya nadie va a creer a esas madres”, explicó. Desde entonces, no han vuelto a hablar. Tamuna reflexiona sobre toda la travesía con gratitud por haber descubierto tanto sobre su nueva familia: “Lo volvería a hacer todo, por supuesto que lo haría”.

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