El 2 de diciembre de 2023, la escena artística española se vistió de luto con el fallecimiento de Concha Velasco, una de las figuras más queridas e icónicas del cine, la televisión y el teatro. La inolvidable chica ye ye murió a los 84 años recién cumplidos, dejando tras de sí una trayectoria brillante y una huella imborrable en el panorama cultural del país.
Su partida dejó un profundo vacío en sus dos hijos, Manuel y Paco Martínez Velasco, quienes no solo perdieron a una madre, sino también a una compañera en la vida, especialmente en los últimos años en los que ambos se dedicaron plenamente a su cuidado. Desde entonces, han trabajado para mantener vivo el legado de su madre, organizando diversos homenajes y recordando su figura en cada oportunidad.
Concha Velasco falleció en el Hospital Universitario Puerta de Hierro, tras años de lucha contra problemas de salud que se habían intensificado a raíz de un cáncer años antes y de los estragos de la pandemia de Covid-19. Pese a su delicado estado, mantuvo su vitalidad y optimismo hasta el final, como relataron sus amigos cercanos. De hecho, apenas unos días antes de su muerte, celebró su 84 cumpleaños rodeada de amor y cariño familiar.
Uno de los grandes tributos a Concha Velasco es el museo que se ha instalado en la Sala Roja de los Teatros del Canal, en Madrid, que ahora lleva su nombre. Allí se han expuesto algunos de sus premios más emblemáticos y objetos personales que reflejan su extensa carrera artística. Durante la inauguración de la sala, celebrada el pasado 9 de octubre, Manuel se mostró emocionado y orgulloso. “Ella se debía al público y en el teatro lo tienes cerca”, comentó.
El hijo mayor ha encontrado consuelo en su trabajo como colaborador en el programa Madrid Directo, donde cuenta con una sección dedicada al cine, un ámbito que compartía profundamente con su madre. Además, en los últimos meses, Manuel ha empezado una discreta relación sentimental con una actriz, lo que ha traído algo de alegría a su vida en medio del duelo.
Por su parte, Paco, más reservado y alejado del foco mediático, también ha rehecho su vida sentimental. A pesar de haber terminado su relación con Cecilia Cruz, madre de su hijo Samuel, ambos mantienen una relación cercana y familiar. Cecilia incluso estuvo presente en el funeral de Concha, reflejando la unión que caracteriza a esta familia. “Cecilia ha seguido formando parte de la familia y ha sido siempre nuera para Concha. Como una hija”, afirmó una fuente a El Español.
Homenajes que trascienden el tiempo
El primer aniversario del fallecimiento de Concha se conmemora con varios actos especiales. En Valladolid, su ciudad natal, se celebró un evento el domingo 1 de diciembre para rendir tributo a la que fue una de sus ciudadanas más ilustres. Consistió en un homenaje convertido en una ruta turística, en la que, mediante la realidad aumentada, los visitantes pueden descubrir los lugares más emblemáticos de la ciudad relacionados con la “muchachita de Valladolid”.
En Madrid, el 2 de diciembre, se llevará a cabo una lectura dramatizada de La habitación de María, la última obra de teatro protagonizada por Concha y escrita por su hijo Manuel. Esta pieza, que marcó su despedida de los escenarios en 2021, se interpretará en un acto íntimo como parte de los tributos a su legado.
Concha Velasco fue mucho más que una actriz. Desde sus inicios en los años 50 como una de Las chicas de la Cruz Roja, hasta su consagración con interpretaciones icónicas como Teresa de Jesús, demostró ser una artista completa. Su paso por la música, con canciones inolvidables como La chica ye ye, y su presencia en televisión consolidaron su estatus como una figura imprescindible de la cultura popular española.
La doctora en cine, Lucía Tello, quien publicó hace unos meses un libro que repasaba la filmografía de la artista, afirmó a Vanitatis que era “una intérprete total que lo hacía todo. Desde pequeña bailaba, interpretaba… Sacaba unas notazas en castañuelas, en danza española… Tenía toda la intención de llegar alto, pero no sabía cuál de todos sus talentos la llevaría al estrellato. Fue como intérprete, pero podría haber sido, perfectamente, como bailarina”.
A lo largo de su carrera, enfrentó desafíos personales y profesionales, pero siempre se mantuvo fiel a su pasión por el arte y su compromiso con el público. Incluso en sus últimos años, cuando los problemas de salud la obligaron a retirarse, su legado permaneció intacto.
La capilla ardiente de Concha, ubicada en el Teatro La Latina, fue testigo del amor que el público y el mundo artístico sentían por ella. Un año después, los homenajes continúan, reafirmando su lugar como una de las grandes estrellas de la cultura española.