Sonia Martínez fue uno de los rostros más populares de la televisión española en los años 80. Su prometedora carrera comenzó con apenas 18 años, cuando debutó en el programa infantil 3, 2, 1... contacto. Un año después le encargarían sustituir a Mayra Gómez Kemp en el formato Sabadabadá, convirtiéndose en una estrella para el público más joven de la que entonces era la única cadena nacional, RTVE.
Sin embargo, el futuro prometedor de la presentadora se tornaría oscuro tras una serie de acontecimientos que la sumirían en un infierno de depresión y drogas. Sonia murió a los 30 años debido a un fallo multiorgánico derivado de una sepsis y complicado por el sida y la cirrosis hepática que padecía.
Con motivo del 30 aniversario de su fallecimiento, la plataforma RTVE Play estrenará muy pronto el documental La última noche de Sonia Martínez, que repasará los episodios que marcaron su vida desde su meteórico ascenso al estrellato televisivo hasta su trágico final. Dirigido por César Vallejo y Ángela Gallardo, contará con testimonios de personas cercanas a Sonia, como su hermana Irene, su hijo Hugo, el actor Pepe Carabias o la periodista Nieves Herrero, entre otros.
Quién fue Sonia Martínez
A principios de los años 80, en una España inmersa en la adaptación al nuevo sistema democrático y con la industria televisiva en pleno auge, Sonia Martínez se convertía en un referente de la programación infantil. Su carisma, su naturalidad y su belleza conquistaron a niños, jóvenes y adultos y la convirtieron en una de las figuras más prometedoras de la televisión nacional.
Mientras su popularidad iba creciendo, la joven se convirtió en personaje del papel couché y su vida personal despertó el interés del público, llegando a relacionarla con famosos como Cayetano Martínez de Irujo y otros deportistas conocidos. Así, era habitual verla entre los VIP invitados a fiestas y eventos sociales.
Pero en 1985 llegaba un primer gran revés a la vida de Sonia. Su madre fallecía a causa de un cáncer, una pérdida que la sumió en una profunda depresión, tal y como ella misma contaría seis años después en sus memorias: “Comenzó mi derrumbamiento. En ese momento hubiese necesitado un buen psiquiatra. Al día siguiente de la muerte de mi madre, no era capaz de encontrarme a mí misma”.
Buscando un cambio de escenario, la presentadora se mudó un tiempo a Nueva York, pero al regresar a Madrid su vida daría un giro inesperado. En 1986, mientras participaba en el rodaje de una serie alemana en Ibiza, un paparazzi consiguió fotografiarla en topless, una imagen que acabó ocupando la portada de Interviú. Aquello provocó un escándalo por el que TVE acabó rompiendo su contrato, condenándola al ostracismo en plena cima profesional.
En 1989, Sonia se casó con José Manuel Padilla ‘Lolo’, un adicto a las drogas al que conoció en la calle y con quien se adentraría en ese oscuro mundo. Así lo relataría ella misma en una impactante entrevista en el programa El Día por Delante: “Mientras estaba en lista de espera para ingresar en una clínica, mi padre me acompañaba a comprar la droga, me compraba las jeringuillas, el agua destilada… todo. La ayuda a los toxicómanos en este país es bastante jorobada, hay gente que quiere salir, pero no tiene medios”.
En 1990, mientras enfrentaba su adicción, le diagnosticaron sida. En medio de esta devastadora noticia, nació su hijo Hugo, quien posteriormente fue llevado a un centro de acogida. El joven apenas tenía tres años cuando su madre fallecía: “Estoy convencido de que me quería, de que sufrió muchísimo al no tenerme a su lado y de que, a pesar de sus adicciones, era una persona buena, dulce y sensible”, confesó el joven a la revista Pronto en 2020.