Quien tiene la suerte de llegar a la jubilación con los bolsillos llenos y gozando de salud puede elegir qué parte del mundo le gusta más para pasar una etapa de la vida que, pese a ser la última, puede ser la más feliz por la ausencia de carga y preocupaciones laborales. España siempre ha sido un buen destino para los pensionistas que quieren disfrutar del buen tiempo, de la playa, del sol, de los paseos por la naturaleza o de la sangría. Pero no solo la península ibérica está en el radar de europeos y americanos, sino que hay un nuevo destino al que, concretamente, se han mudado 4.000 jubilados franceses en la última década, según TF1 Info.
Estamos hablando de Agadir, una ciudad ubicada en la costa atlántica sur de Marruecos. Este destino ha surgido como un atractivo destino para el retiro de los galos que encuentran en esta ciudad un refugio ideal gracias a sus beneficios climáticos y económicos. En primer lugar, el clima es soleado y las temperaturas son agradables durante casi todo el año, proporcionando un ambiente idóneo para disfrutar de una vida sin preocupaciones en la que buscar actividades al aire libre. Sin embargo, las razones que han impulsado a tantos franceses a cruzar el Mediterráneo van más allá del buen tiempo. Marruecos ha desarrollado una serie de incentivos para atraer a jubilados occidentales que incluyen ventajas fiscales bastante significativas.
Una de las medidas más atractivas es la exención fiscal disponible para quienes deciden mudarse al país. El proceso para obtener este beneficio es sencillo: abrir una cuenta bancaria en Marruecos. Esta facilidad, combinada con el bajo coste de la vida, ha resultado decisiva para quienes buscan optimizar su poder adquisitivo. Y si además añadimos que no es cara la vivienda, se convierte en un destino ideal. De hecho, un testimonio recogido por TF1 Info ilustra cómo una pareja de jubilados vive cómodamente con una pensión de 2.800 euros al mes. El coste mensual de una casa en Agadir ronda los 8.000 dirhams, equivalente a unos 800 euros.
Además, los gastos en servicios básicos como la electricidad y el agua son relativamente bajos, situándose en aproximadamente 50 euros y 5 euros al mes, respectivamente. Pero el ahorro no se limita a vivienda y servicios. Agadir es una región agrícola clave, no solo en Marruecos sino también en Europa, lo que se traduce en una variedad de frutas y hortalizas a precios muy accesibles. Con tan solo diez euros, una pareja puede abastecerse de productos frescos para toda una semana.
A pesar de estas ventajas, el cambio climático plantea desafíos significativos para Marruecos, y Agadir no es la excepción. La ciudad enfrenta veranos cada vez más calurosos, con temperaturas que alcanzaron los 50 grados en 2023. La sequía es un problema creciente, exacerbada por la agricultura intensiva destinada a satisfacer las demandas europeas, lo que a su vez agota las reservas de agua del país.
No obstante, estos retos no parecen disuadir a los jubilados franceses que continúan eligiendo Agadir como su nuevo hogar. La posibilidad de vivir cómodamente y disfrutar de un estilo de vida relajado bajo el sol sigue siendo atractiva, a pesar de las altas temperaturas y las preocupaciones ambientales. Y, aunque el camino hacia un equilibrio entre el atractivo económico y la sostenibilidad ambiental es incierto, Agadir se mantiene como un destino preferido para muchos europeos que buscan un retiro placentero bajo el siempre presente sol del Atlántico sur.
Qué hacer en Agadir
Agadir es una ciudad moderna y próspera con una población de alrededor de 100.000 habitantes. El nombre “Agadir” proviene del bereber y significa “pueblo fortificado”. Es un destino turístico destacado gracias a su ubicación privilegiada, rodeado por el Anti-Atlas, el desierto del Sahara, parques naturales y playas de alta calidad.
Una de las principales atracciones de Agadir son sus playas de arena fina, que se extienden por más de 10 kilómetros y están protegidas del viento del norte. La ciudad ofrece más de 20.000 camas en hoteles de prestigio internacional, consolidándose como uno de los destinos turísticos más visitados de Marruecos. Predominantemente, los turistas alemanes visitan Agadir, aunque también acuden viajeros de otras naciones. Aunque no posee una medina tradicional, Agadir cuenta con un patrimonio arquitectónico contemporáneo y un museo etnográfico interesante.
Historia de la ciudad
La historia de Agadir se remonta a la época preislámica, cuando era una pequeña aldea pesquera. Durante la Edad Media, se convirtió en un importante puerto comercial en la costa atlántica de Marruecos, controlado por diversas dinastías locales y, posteriormente, por los portugueses. En 1541, el sultán marroquí Mohamed ash-Sheikh conquistó Agadir y fortificó la ciudad, usándola como base para combatir a los portugueses. Durante los siglos XVII y XVIII, Agadir fue objeto de ataques de potencias extranjeras, como los portugueses, holandeses e ingleses.
En 1911, Francia estableció un protectorado sobre Marruecos y Agadir se convirtió en un importante centro comercial y turístico. Sin embargo, un gran terremoto en 1960 destruyó gran parte de su casco histórico y provocó más de 15.000 muertes. Tras el terremoto, el gobierno marroquí decidió reconstruir la ciudad y transformarla en un destino turístico moderno y atractivo. Se construyeron nuevos hoteles, instalaciones deportivas y zonas residenciales, lo que se convirtió a Agadir en uno de los destinos más populares de Marruecos. Hoy en día, Agadir es una ciudad moderna con una vibrante escena turística y un importante centro económico y cultural en el sur de Marruecos.