La historia que se esconde tras la tiara de 100.000 euros que Eugenia de Borbón Vargas lució en Le Bal: su relación con Juan Carlos I

La hija de Luis Alfonso de Borbón fue una de las debutantes de Le Bal este año y lució, junto a un vestido de su madre, una tiara con muchos años de historia

Guardar
Eugenia de Borbón Vargas en Le Bal 2024 en una imagen compartida en redes sociales (@nouvellesroyales)
Eugenia de Borbón Vargas en Le Bal 2024 en una imagen compartida en redes sociales (@nouvellesroyales)

Aunque no ostenta el título de princesa, Eugenia de Borbón Vargas lleva en sus venas la herencia de una familia real. Su padre, Luis Alfonso de Borbón, es pretendiente al trono francés, lo que confiere un aire aristocrático a toda la familia formada con Margarita Vargas. Este linaje quedó de manifiesto en Le Bal, uno de los eventos sociales más exclusivos del mundo, donde Eugenia consiguió brillar de la mano de 16 candidatas más.

El pasado viernes, en el majestuoso Hotel Shangri-La de París, Eugenia brilló con luz propia. De entre todas las debutantes presentes, ella fue la única que lució una tiara, un elemento que simbolizó su conexión con la nobleza. Sin embargo, en lugar de usar una joya heredada de su familia, optó por una pieza cedida por V Muse, la firma asociada al evento.

La tiara que adornó en su cabeza fue creada por la prestigiosa casa de joyería Boucheron en 1935. Un diseño de estilo Art Decó, que puede usarse también como collar y que fue subastado en Christie’s en 2018, donde alcanzó un precio cercano a los 100.000 euros. Se trata de una pieza cuyas últimas manos fueron las de María de la Gloria de Orleans y Braganza, prima de Juan Carlos I. Y, aunque está elaborada con materiales de alta calidad, contiene en su centro piedras que imitan diamantes, un indicio de que sus antiguos propietarios podrían haber vendido las gemas originales por razones económicas antes de ofrecerla en subasta.

Fue creada a mediados de los años 30 para lady Anne Norman, la esposa del segundo barón de Aberconway. Además, es una pieza que ya lució el pasado año en el mismo evento Ildiko de Habsburgo, pero, en esta ocasión, Eugenia combinó con un elegante vestido de gala diseñado por Carolina Herrera. El look estuvo cargado de una larga historia familiar que volvió a afianzar su relación con la realeza. Ya que fue utilizado por su madre, Margarita Vargas, durante la boda de Alberto y Charlene de Mónaco.

En esta velada, Eugenia no estuvo sola. La acompañó el archiduque Carlos Constantino de Habsburgo-Lorena, un joven de 20 años con un impresionante linaje histórico. Bisnieto del último emperador austrohúngaro, Carlos I, el archiduque también tiene conexiones con España, ya que cursó estudios en la Universidad Europea de Madrid. Su hermana, además, es ahijada de la reina Sofía, lo que refuerza los lazos entre ambas familias.

Carlos Constantino, apasionado del ciclismo semiprofesional y experto en volteo ecuestre, según informa Vanitatis, no es nuevo en Le Bal. El año pasado, acompañó a otra debutante, Lara Cosima Henckel von Donnersmarck, demostrando su comodidad y experiencia en este tipo de eventos sociales de la alta sociedad.

Invitadas al Baile de Debutantes 2023. (@lebal.paris)
Invitadas al Baile de Debutantes 2023. (@lebal.paris)

Le Bal: el escenario del glamour y la tradición

Le Bal, que reúne a jóvenes de las familias más influyentes del mundo, es mucho más que una simple fiesta. Es un escaparate de tradiciones, linajes y estilo. Eugenia, con su porte distinguido y su cuidada elección de joyas y vestuario, destacó como una figura central de la noche. No obstante, hubo otras jóvenes que también deslumbraron y no necesariamente por sus looks. Algunas de las que se encontraban entre ellas fueron Lucia Ponti, nieta de Sofía Loren, y Apple Martin, hija del vocalista de Coldplay, Chris Martin, y la actriz Gwyneth Paltrow.

Guardar