La respuesta de una cafetería a la reseña de un cliente que se quejaba por querer desayunar y encontrarse el local cerrado: “Qué poca empatía demuestras”

El consumidor se había sentido disgustado al ver que el negocio no estaba abierto sin previo aviso, por lo que decidió poner una mala reseña en internet

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Un café y un cruasán en la mesa de la terraza de un local. (Imagen Ilustrativa Infobae)
Un café y un cruasán en la mesa de la terraza de un local. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Muchos de nosotros tenemos un bar o cafetería de confianza. Un lugar por el que pasamos muchos días y que, las más de las veces, paramos para tomarnos un café o el desayuno. Es un recurso fácil, una vieja confiable a la que recurrir cuando nos sobra tiempo o queremos quedar con alguien en un ambiente más informal. Por eso, cuando acudimos y, por las razones que sean, nos lo encontramos cerrados, podemos ver cómo nuestros planes se frustran.

Podemos buscar otro lugar, pero si hemos ido con el tiempo justo, esto ya supone un contratiempo suficiente como para perder completamente la ocasión. Al menos, así lo considera un hombre llamado Jaime, que hace poco decidió publicar una reseña en Google sobre uno de sus locales de confianza. “Para los desayunos genial”, empieza diciendo, para luego matizar que el sitio “cierra el día que le da la gana”.

“Salgo del trabajo con el tiempo justo para llegar, y sin previo aviso, está cerrado”, continúa, para asegurar después que se trata de algo que le ha ocurrido más veces, en los que, como en esta última ocasión, debería estar abierto por el horario que aparece en Google. “Me parece demasiado informal, ya que muchos dependemos de un horario, y por desplazarnos hasta su restaurante y que esté cerrado, nos vemos obligados a volver sin desayunar”.

La cafetería decide responder

A raíz de esto, Jaime decide puntuar el local con dos estrellas de las cinco posibles, razón por la que desde el negocio decidieron contactar con @soycamarero, la conocida cuenta de redes sociales en la que se denuncian situaciones de abuso que se viven en la hostelería. En este caso, la historia no tardó en publicarse en su perfil, con un post en el que se dice, ya desde un principio, que “un poco de comprensión no vendría mal”.

Esta frase de @soycamarero refuerza la contestación de la cafetería, que aparece a continuación de la reseña. “Nos encanta que nuestros desayunos te parezcan geniales”, inicia. “Lo que no nos encanta tanto es que nos taches de informales por acudir a un evento escolar de nuestros hijos, habiéndolo avisado varios días antes del día que cerramos, de propia palabra a nuestros clientes y dos días antes por todas nuestras redes sociales”.

Solo cierran en festivos y fines de semana

“Qué poca empatía demuestras Jaime”, lamentan. “Sentimos que te fueras sin desayunar a tu puesto de trabajo ese día, pero en nuestra zona a escasos metros de nuestro local hay más de siete negocios compañeros que sirven desayunos y muy buenos y en el mismo horario que los nuestros”. Además, aseguran que por lo que han podido leer en las redes sociales de este cliente, es asiduo también a esos otros locales. ”Qué casualidad que ese día solo quisieras ir a nuestro negocio”.

Finalmente, aseguran que sienten mucho su pesar “y la mala reseña por haber cerrado un día para poder disfrutar de nuestros pequeños”. Aseguran que, respecto a esas otras veces que le ha ocurrido algo similar, desconocen “por qué sería”. “Porque solo cerramos los festivos -todos- y los fines de semana porque para eso nos planteamos nuestros horarios”.

El chollo de regentar la cafetería de los jardines del Palacio Real: 432.000 euros de ingresos al año cuando solo se paga un canon de 39.500 euros al Estado.
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