Es —o era— un pueblo suizo típico de postal: campos verdes, casas de paredes blancas y tejados marrones, una pequeña iglesia y (según las recomendaciones turísticas) un único bar destacable. Se llama Épalinges, se encuentra en el cantón de Vaud, en el distrito de Lausana, y es conocido por una sola razón: es el lugar donde el fundador de Ikea, Ingvar Kamprad, residió durante 37 años.
Kamprad vivió en Épalinges entre 1976 y 2013, donde sus tres hijos fueron a la escuela, donde impulsó un conjunto de apartamentos tutelados para personas mayores, y donde se benefició de la ‘tarifa plana’ fiscal que se aplica a los extranjeros en la zona y que beneficia a los millonarios. La mayoría de los habitantes del municipio, de hecho, son foráneos.
Y ahora, Épalinges ha vuelto a las noticias por una curiosidad: el nacimiento de Samara, una niña que se ha convertido en la habitante número 10.000 de la comuna, que con ello, según las leyes del país, deja de ser un pueblo para transformarse oficialmente en una ciudad. “Este paso histórico demuestra la atracción de Épalinges y su papel cada vez más central en la región”, celebró el Ayuntamiento en un comunicado.
El crecimiento demográfico de Épalinges ha tenido una evolución sostenida desde la segunda mitad del siglo XX. De 863 habitantes en 1950, la población de la localidad alcanzó los 3.844 en 1970 y los 7.516 en 2000. Hoy, según la definición comúnmente aceptada en Suiza, Épalinges puede presumir de haber adquirido el estatus de ciudad.
La diferencia en España entre pueblo y ciudad
Y en España, ¿cuál es este umbral que separa a los pueblos de las ciudades? La distinción no se limita únicamente al número de habitantes, aunque obviamente también es un criterio clave, que coincide con el de Suiza y el de otros países europeos, según explican el Instituto Nacional de Estadística (INE) y el Instituto Geográfico Nacional (IGN).
Así, la población censada es el principal indicador para clasificar un lugar como pueblo o ciudad. Según el IGN, las ciudades son aquellos asentamientos urbanos que superan los 10.000 habitantes, mientras que los pueblos tienen menos de esta cifra.
En el país, la gran mayoría de los municipios tienen menos de 1.000 habitantes: un total de 4.991 pueblos pertenecen a esta categoría, lo que representa más del 60% del total. Estas localidades suelen estar situadas en zonas rurales o montañosas y enfrentan retos demográficos como el envejecimiento de la población y la despoblación. Además, entre 1.000 y 10.000 habitantes, hay 2.378 municipios. Se trata de pueblos de tamaño medio que, en muchos casos, funcionan como centros locales para los servicios básicos (educación, sanidad) en sus comarcas.
Y con más de 10.000 habitantes, existen tan solo 762 municipios, aunque constituyen los núcleos urbanos más significativos del país, que concentran la mayor parte de la población. En términos globales, cerca del 80% de la población española reside en núcleos urbanos, mientras que el resto vive en áreas rurales o en pequeños municipios.