Cuánto dinero puedes enviar por transferencia a amigos y familiares sin exponerte a multas de Hacienda

Estas medidas buscan asegurar que los contribuyentes cumplan con sus obligaciones fiscales, ya que la ignorancia de la ley no exime de su cumplimiento

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Persona sacando dinero (Europa Press)
Persona sacando dinero (Europa Press)

Las transferencias bancarias se han consolidado como un pilar esencial de la economía moderna. Ya sea para pagos personales, empresariales o transacciones internacionales, la rapidez, seguridad y accesibilidad de estos movimientos financieros son factores clave para usuarios y entidades financieras. Sin embargo, no todo el mundo conoce sus límites. Y es que las entidades bancarias están obligadas a informar a la Agencia Tributaria sobre movimientos financieros que superen ciertos umbrales, con el objetivo de prevenir el blanqueo de capitales y el fraude fiscal.

La Ley 7/2012, del 29 de octubre, establece que los bancos deben reportar a Hacienda cualquier transacción que exceda los 3.000 euros. Además, se monitorean las operaciones que superen los 10.000 euros así como los préstamos o créditos que sobrepasen los 6.000 euros. Estas medidas buscan asegurar que los contribuyentes cumplan con sus obligaciones fiscales, ya que la ignorancia de la ley no exime de su cumplimiento, como lo estipula el artículo 6.1 del Código Civil español.

En el caso de las transferencias bancarias, la normativa es aún más concreta. Según la Ley 10/2010, del 28 de abril, que regula la prevención del blanqueo de capitales y la financiación del terrorismo, y que fija los límites específicos para las transferencias bancarias, se puede transferir libremente y sin declarar hasta 10.000 euros, salvo las operaciones realizadas por internet, que tienen un límite máximo de 6.000 euros. A partir de esa cantidad existe la obligación de avisar a Hacienda del movimiento realizado para evitar una sanción económica. Además de las transferencias, también se consideran otras operaciones que un cliente puede ejecutar desde su cuenta bancaria, como los cheques o pagarés.

En caso de que un contribuyente no coopere con las investigaciones de la Agencia Tributaria, podría enfrentarse a sanciones que alcanzan hasta el 50% de la cantidad investigada. Esta normativa también se aplica a los movimientos de dinero en efectivo, especialmente cuando se utilizan billetes de 500 euros. Los bancos están obligados a notificar a la Agencia Tributaria sobre la extracción de estos billetes, lo que desencadena una vigilancia más estricta sobre el flujo de efectivo.

Las entidades bancarias no han escapado al alza inflatoria europea de los últimos meses, de manera que han incrementado sus comisiones. Por mantener cuentas corrientes no bonificadas, la media alcanzó los 245,82 euros el pasado mes de junio

Por otro lado, la legislación aprobada el 9 de julio de 2021, enfocada en la prevención y combate del fraude fiscal, estableció un nuevo límite para los pagos en efectivo, reduciendo la cantidad máxima permitida a 1.000 euros, frente al tope previo de 2.500 euros. Esta medida busca restringir las operaciones no declaradas y minimizar las posibilidades de evasión fiscal, fortaleciendo así la transparencia en las transacciones económicas.

Los bancos establecen sus propias normas

No obstante, hay que tener en cuenta que estos límites legales no siempre coinciden con las políticas internas establecidas por las entidades bancarias.

Abanca, por ejemplo, establece un límite máximo por transferencia de 3.000 o 5.000 euros, dependiendo del perfil del cliente. Sin embargo, la entidad no parece imponer un límite diario al número de transferencias, siempre que cada operación individual respete el tope asignado.

En BBVA, sin embargo, el importe máximo por transferencia que se puede hacer de manera online es de 15.000 euros (declarándolo, porque supera los 10.000 euros que establece la Ley como tope), aunque su importe máximo total al día es de 30.000 euros. No obstante, en oficina se puede transferir hasta 75.000 euros por operación o 150.000 diario.

Mujer usando un cajero de BBVA (REUTERS/Vincent West)
Mujer usando un cajero de BBVA (REUTERS/Vincent West)
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