Los asesinos tienden a buscar entre sus potenciales víctimas personas que, por sus condiciones físicas o mentales, pertenezcan a colectivos vulnerables y que no dificulten el acometimiento del delito de sangre. Las personas mayores, en muchas ocasiones, son personas que dependen del cuidado de profesionales sanitarios, en quienes confían y a quienes encomiendan su atención médica. Por ello, las víctimas del siguiente presunto asesino no se esperaron, en ningún momento, que sus muertes fueran a ser provocadas por la persona que debía cuidarles y, por tanto, mantenerles con vida.
El lado oscuro de un médico de cuidados paliativos
La policía alemana se encontraba tras la pista de un médico de cuidados paliativos, de quien sospechaban que era el autor material de cuatro asesinatos, por lo que el hombre fue detenido y los tribunales de Berlín ordenaron su inmediata entrada en prisión preventiva el 6 de agosto.
Fue después de examinar expedientes de pacientes e informes forenses de personas fallecidas, cuando las autoridades comenzaron “a sospechar de otros asesinatos cometidos por el acusado”, según se lee en el comunicado publicado por la Fiscalía y la Policía de Berlín.
Además, en el mismo escrito, la Fiscalía destaca que el detenido no tenía otro motivo que “el deseo de matar”, lo que da cuenta de las cualidades mentales y de la peligrosidad del médico arrestado.
Prendía fuego para ocultar las pruebas
El presunto médico-asesino, Johannes M. de nombre de pila, utilizó un modus operandi idéntico en cada asesinato. Aprovechando que se desplazaba al domicilio de sus pacientes —quienes, en su mayoría, vivían solos—, mataba a los enfermos sin que nadie se enterase. Además, como sus víctimas eran pacientes que ingerían medicamentos, Johannes aprovechaba para crear un cóctel letal de medicamentos que suministraba a las personas mayores.
Asimismo, según las investigaciones policiales, el procedimiento del presunto asesino en serie también consistía en provocar un incendio final, con el objetivo de eliminar las evidencias que podrían incriminarle.
Los cuatro asesinatos que hicieron sonar las alarmas se produjeron entre el 11 de junio y el 24 de julio de 2024, en los que Johannes asesinó a cuatro mujeres cuya edad era de 72, 76, 87 y 94 años. A raíz de estas muertes provocadas, las investigaciones permitieron descubrir que, dos años antes, el médico de cuidados paliativos ya había iniciado, presuntamente, su actividad criminal. Así, entre junio de 2022 y abril de 2024, se detectaron otras cuatro muertes debido a la ingesta de varios tipos de medicamentos y, en algunos casos, se producía un incendio en la vivienda de la víctima.
Tesis doctoral sobre sus crímenes
Johannes M., de 39 años, es un especialista en medicina paliativa que trabajó en un centro de oncología de Tempelhof, y en dos centros de cuidados paliativos de Neukölln y Kreuzberg.
Uno de los aspectos más aterradores relacionados con este caso es la tesis doctoral en la que estuvo trabajando el presunto asesino. Según el medio alemán BZ, uno de los temas tratados en dicho trabajo de investigación se titulaba “homicidios de personas mayores”.