Una de cada tres familias se endeuda en el Black Friday y en Navidad: financiar las compras con tarjeta de crédito es un 114% más caro que con un préstamo

Un usuario que quiera financiar un gasto de 1.000 euros a 12 meses pagaría un interés promedio del 7,44% TIN con un préstamo personal y un 18,12% con una tarjeta de crédito

Una mujer observa un bolso en unos grandes almacenes de Madrid. Jesús Hellín / Europa Press.

La llegada de fin de año dispara el consumo de los españoles atraídos primero por las rebajas del Black Friday y después por las compras de Navidad. Tanto gasto acumulado en tan poco tiempo penaliza al bolsillo de muchos ciudadanos que llegan a endeudarse para saciar su sed de compra. Sus opciones preferidas para financiar estos gastos son las tarjetas de crédito y los préstamos personales, y elegir uno u otro puede suponer pagar más del doble de intereses.

Los préstamos personales son más baratos que las tarjetas de crédito. Un usuario que quiera financiar un gasto de 1.000 euros a 12 meses pagaría un interés promedio del 7,44% TIN con un préstamo personal, mientras que tendría que asumir un TIN del 18,12% con una tarjeta de crédito, lo que supone pagar un 144% más. En concreto, comprar a plazos con tarjeta de crédito implicaría abonar al banco 100,85 euros en intereses, frente a los 40,75 euros del préstamo personal.

A juicio de Pedro Ruiz, portavoz de Finanzas Personales de Kelisto.es, los gastos del Black Friday más los de la Navidad hacen que “el final de año se convierta en un momento de gran estrés financiero para muchas familias”.

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Con un gasto estimado de 1.000 euros por persona entre ambas fechas, alrededor de uno de cada tres hogares recurre a la financiación para afrontarlo, pero este remedio “puede convertirse en un arma de doble filo”, advierte Ruiz, ya que “algunas opciones pueden resultar demasiado caras”.

Para evitar pagar de más, los expertos en finanzas personales recomiendan comparar ofertas de tarjetas y préstamos debido a que el ahorro que se puede obtener en intereses se mueve en una horquilla de entre 40 y 90 euros, que es la diferencia entre las ofertas más baratas y más caras que dan bancos y financieras.

Hipotecas y créditos más baratos y depósitos y letras menos rentables: la cara y la cruz de la bajada de los tipos de interés.

Las tarjetas, más baratas

En el caso de las tarjetas de crédito, el margen de ahorro al contratar la más barata del mercado es considerable, ya que el interés a abonar sería del 5,846% TIN frente al 21,95% TIN de la más cara, lo que significa que el consumidor se ahorraría 90,87 euros en intereses si financia 1.000 euros en un plazo de 12 meses con la más económica.

Si se opta por contratar un préstamo personal, el margen de ahorro es menos elevado que en las tarjetas de crédito: por los más baratos se paga un interés del 3,49% TIN, frente al 10,4% TIN de los más caros. En el mismo supuesto de financiar 1.000 euros a 12 meses, elegir la mejor opción ahorraría al consumidor 38,22 euros en intereses.

Además del coste en intereses, al elegir una tarjeta o un préstamo hay que analizar otros factores como que “los préstamos personales tienen un interés más bajo, pero la oferta para gastos como los de Navidad es muy reducida porque suelen estar pensados para proyectos de más envergadura. Además, su tiempo de tramitación suele ser más largo”, indica Ruiz.

En cuanto al interés que cobran los bancos por las tarjetas y los préstamos hay que tener en cuenta dos conceptos claves: el TIN (Tipo de Interés Nominal), que informa del interés que se paga por el dinero prestado y la TAE (Tasa Anual Equivalente) que informa del coste total del préstamo, ya que al interés incorpora otro tipo de costes como las comisiones, además de tener en cuenta el plazo de devolución y la cantidad solicitada.

Ojo con las comisiones

También hay que analizar las comisiones, ya que algunos préstamos cobran una comisión de apertura y algunas tarjetas obligan a pagar una comisión de emisión y otra de renovación.

Otro aspecto fundamental es ajustar la cantidad que se va a financiar al plazo en se puede devolver. En opinión de Pedro Ruiz, “hacer estos números es esencial por dos motivos: primero, porque te ayudará a saber a qué productos de financiación puedes optar, ya que no todos se ajustan a las mismas cifras y plazos de devolución, y, segundo, porque cuanto más pidas y más tarde en devolverlo, más intereses pagarás a tu banco”.

Elegir el banco adecuado también generará un ahorro debido a que muchos suelen reservar sus mejores ofertas a aquellos clientes que están dispuestos a vincularse con ellos domiciliando su nómina o contratando seguros, algo que afecta especialmente a las tarjetas de crédito. De media, las que no implican cambiar de banco cobran un TIN del 20,76%, frente al 17,17% de las que sí obligan a atarse a una entidad.

En cuanto a los préstamos, “el panorama cambia”, reconoce Ruiz, “las ofertas sin vinculación, con un 6,94% TIN de media, son ligeramente más baratas que las que sí requieren cambiar de banco que cobran un 8,17%.

De los microcréditos al ‘buy now and play later’

Las tarjetas de crédito y los préstamos personales son las opciones más populares, pero no las únicas, para financiar las compras navideñas. Los bancos, las financieras y las fintech también cuentan con alternativas para pagar a plazos este tipo de gastos.

Entre ellas se encuentra la financiación que ofrecen algunos establecimientos al vender sus productos. “En algunos casos, las condiciones son bastante mejores que las de los bancos como ocurre si vas a financiar un iPhone”, señala Ruiz. Pero tienen el inconveniente de que solo se puede pagar a plazos el producto que se va a comprar en un determinado establecimiento.

Los préstamos preconcedidos son otra posibilidad que ofrecen los bancos a determinados clientes. Su ventaja es que se activan de forma casi inmediata lo que permite tener el dinero en la cuenta en apenas unos minutos. Su desventaja es que las condiciones no suelen ser tan buenas como las que se pueden encontrar en el mercado.

Otra opción cada vez más extendida es el ‘buy now and pay later’, que consiste en un servicio de aplazamiento de pago. Permite pagar tres meses más tarde las compras realizadas sin coste añadido, lo que es su mayor ventaja. No obstante, solo concede un gasto específico y el importe puede estar limitado a cantidades pequeñas.

Los consumidores también pueden contratar microcréditos que dan algunos bancos con unas condiciones estándar y que se aprueban en unos pocos minutos. Su principal ventaja es su inmediatez, pero cobran unos intereses muy elevados. Además, “muy pocos microcréditos ofrecen hasta 1.000 euros en la primera petición y suelen exigir un plazo de devolución muy corto, de apenas unos días”, advierte Pedro Ruiz.

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