Las pensiones contributivas experimentarán un aumento del 2,8% en 2025, basado en la estimación preliminar del IPC interanual de noviembre, que se situó en un 2,4%, según los datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE) este jueves. Aunque esta cifra es provisional y no se confirmará oficialmente hasta mediados de diciembre, es muy probable que no sufra modificaciones, por lo que ya se puede prever con bastante certeza el porcentaje de revalorización de las pensiones.
Este incremento beneficiará a unas 9,3 millones de personas que reciben un total de 10,3 millones de pensiones contributivas, además de a las 720.148 pensiones del Régimen de Clases Pasivas del Estado. Por ejemplo, un pensionista que actualmente recibe una pensión mensual de 1.441 euros, que corresponde a la pensión media de jubilación de 2024, pasará a cobrar 1.481,35 euros al mes, lo que representa un incremento anual de 564,87 euros.
Sin embargo, los que más se van a beneficiar de este aumento son las personas que reciben la pensión máxima.
Cuál será la pensión máxima en 2025
El objetivo de la mayoría de los trabajadores es alcanzar la pensión máxima de jubilación, aunque solo un pequeño número de ellos lo consigue. Según datos de la Seguridad Social, aproximadamente 450.000 españoles reciben esta prestación cada mes.
Todos los años la Seguridad Social establece un límite máximo de pensión que no puede ser superado bajo ninguna circunstancia. En 2024, la pensión máxima se fijó en 3.174 euros mensuales (lo que equivale a 44.450 euros anuales). Sin embargo, gracias a la revalorización de las pensiones, en 2025 este importe ascenderá a 3.263 euros al mes (es decir, 45.682 euros al año).
Pero para acceder a ella es necesario cumplir con una serie de requisitos, como haber cotizado por la base máxima a la Seguridad Social. La reforma de pensiones aprobada el año pasado estableció que, hasta 2050, “se garantiza la actualización anual de la base máxima de cotización en el porcentaje equivalente al valor medio de las tasas de variación interanual expresadas en tanto por ciento del Índice de Precios al Consumo de los doce meses previos a diciembre del año anterior, sin perjuicio de que, conforme a la nueva disposición transitoria trigésima octava, desde 2024 hasta el año 2050 se incremente dicha base máxima por encima del indicado porcentaje, con una cuantía fija anual de 1,2 puntos porcentuales, y ello con la finalidad de aumentar los recursos de la Seguridad Social”.
Es decir, que las bases máximas de cotización se ajustarán anualmente en función del IPC promedio con el que se revaloricen las pensiones, más un incremento fijo de 1,2 puntos. Según esta fórmula, y teniendo en cuenta que la base máxima de cotización para 2024 se encuentra en 4.720,5 euros mensuales (es decir, 56.646 euros al año), se espera que la base máxima de cotización para 2025 aumente en torno al 4%, lo que la llevaría a acercarse a los 5.000 euros mensuales, es decir, 60.000 euros anuales).
En este sentido, la Seguridad Social destaca que es crucial mantener esta base máxima, ya que el cálculo de la pensión se basa en las últimas 300 bases de cotización, correspondientes a los últimos 25 años de actividad laboral. Además, también podrán acceder a esta pensión los trabajadores que hayan cotizado un mínimo de 36 años y medio.
Sin embargo, hay que saber que desde el 1 de enero de 2025, los salarios que superen esa base máxima, deberán pagar una cotización extraordinaria, conocida como la Cuota de Solidaridad.