Redactar nuestro testamento es fundamental para que la distribución de nuestros bienes se realice de acuerdo a nuestros deseos. Este documento legal, por tanto, resulta crucial para evitar conflictos entre herederos por el patrimonio de la persona fallecida, cuya figura es conocida como testador. De esta manera, en el texto quedará especificada la manera en la que se desea que se distribuyan los bienes, derechos y obligaciones tras su fallecimiento.
Sin embargo, debe tenerse en cuenta que la redacción de un testamento cuenta con una serie de reglas reguladas por el Código Civil español, que indica exactamente cuáles son las restricciones y condiciones que el testador debe tener en cuenta a la hora de dejar por escrito sus deseos con respecto a la distribución de su patrimonio. Esto especialmente afecta a los herederos forzosos, que son aquellos familiares directos que deberán recibir una parte de la herencia por ley: hijos y descendientes, padres y ascendientes, cónyuge viudo y otros familiares cercanos como hermanos, sobrinos, tíos o primos.
Ante esta norma, que es independiente de los deseos del testador, muchos se preguntan si es posible desheredar de alguna manera a alguno de estos familiares directos, como los hijos. La respuesta es sí, se puede desheredar a un heredero forzoso, pero únicamente si se producen unas circunstancias excepcionales que deben estar documentadas para evitar casos de impugnación del testamento.
Por tanto, pese a que la Ley de Sucesiones en España establece que los hijos y descendientes cuentan con el derecho de recibir una parte de la herencia, que se considera legítima, el artículo 853 del Código Civil establece unas causas específicas a través de las que la desheredación es válida. Este proceso debe quedar claramente detallado en el testamento.
Cinco razones para desheredar a un hijo
Las causas legales para desheredar a un heredero forzoso están reguladas por la ley y, para evitar que en un futuro se pueda alegar una falta de justificación e impugnar el testamento, es importante contar con la documentación necesaria que valide el motivo. De esta manera, contando con registros médicos, denuncias policiales o testimonios, la defensa será más sencilla de acreditar. Las razones más comunes para la desheredación son:
- Intentar asesinar o causar daño grave contra la vida del testador.
- Ejercer de forma habitual violencia física o psicológica en el ámbito familiar.
- Cometer delitos graves contra la libertad e integridad moral, como un abuso sexual dentro del entorno familiar.
- Haber sido condenado por realizar una denuncia falsa contra el testador, alegando que este había cometido un delito grave.
- Forzar al testador a cambiar su testamento a través de la manipulación, amenazas, violencia o fraude.
Además, el texto también recoge normas adicionales que se suman a estos motivos por los que un testador puede desheredar a sus hijos: por ejemplo, haber negado el alimento al padre o ascendiente sin una razón legítima o haber pronunciado injurias graves. Este último, incluido dentro del maltrato psicológico, se comenzó a recoger en el Código Civil en 2014 tras una sentencia del Tribunal Supremo.