La vida de la infanta Cristina ha cambiado mucho desde hace un año hasta aquí. La hermana de Felipe VI es una mujer divorciada que se encuentra volcada por completo en su trabajo y en el cuidado de sus hijos. Tanto es así que su día a día transcurre entre Ginebra y Barcelona, donde recientemente el domicilio donde residió durante sus primeros años de matrimonio con Iñaki Urdangarin, con quien estuvo casada durante 25 años.
Aunque su historia de amor con el exduque de la Palma forma parte del pasado, lo cierto es que aún siguen saliendo a la luz pequeños detalles de aquella convulsa e inesperada ruptura que tuvo lugar en el año 2022. Y es que ahora, la periodista Pilar Eyre ha desvelado la noticia que marcó un antes y un después en la vida de la royal española en aquel entonces.
“Era el año 2022. Noviembre. Estaba esperando en Ginebra una noticia que iba a cambiar su vida para siempre”, ha empezado a detallar la experta en casas reales sobre el día que la cuñada de la reina Letizia tocó fondo. Para entender esta parte de la historia cabe recordar que cuando Cristina e Iñaki anunciaron su separación, el exjugador de balonmano estaba envuelto en el problema judicial del caso Nóos, un proceso penal que dio un giro de 180 grados a su día a día.
Y es que si bien su vida transcurría con normalidad en Ginebra, donde establecieron su residencia tras vivir en Barcelona y Suiza, lo cierto es que su implicación en el caso Nóos los ponía en la peor tesitura. “Ese día decidían si la imputación de la infanta seguía adelante o no”, ha continuado contextualizando Eyre en su canal de YouTube. Con los nervios a flor de piel y con una gran incertidumbre, la tía de la princesa Leonor “estaba esperando la llamada de su abogado, Miquel Roca, en el despacho de la fundación Aga Khan, donde trabajaba”.
La llamada más esperada
Tras una larga mañana pendiente al teléfono, alrededor de las 13:00 horas de ese día, sonó el móvil. Si bien esperaba que el letrado le dijese que todo había terminado y que se encontraba libre de preocupaciones, lo cierto es que la realidad fue totalmente distinta. “Le dijo que sí estaba imputada y que tenía que sentarse en el banquillo”, ha explicado la periodista en la plataforma digital. “Tenía que someterse a juicio, que esperaba que fuera bien, pero que del juicio nadie iba a librarla. El abogado aseguró a la prensa que Cristina había recibido bien la noticia, que era una mujer fuerte”, ha manifestado Eyre, afirmando que, pese a las palabras del abogado, la realidad era bastante diferente.
La noticia fue un duro golpe para la hermana de la infanta Elena, quien ese día no salió de casa y ni siquiera llevó a sus hijos a la escuela. “Ella les había dicho que no encendiesen las luces. Llegó un momento en que la infanta tuvo que ir su casa y enfrentarse a los fotógrafos. Estaba profundamente triste, su vida iba a cambiar para siempre. Estaba apartada de la familia real, de su hermano Felipe, no se hablaban y no volverían a hacerlo en mucho tiempo”, ha continuado detallando Eyre.
“Ese año había sido un infierno para Cristina”, ha asegurado la periodista, agregando que tras la imputación de su marido, “ella tenía que declarar delante del juez”. “El fiscal y el juez habían dicho que ella figuraba como perteneciente a la junta directiva de la fundación Noos. Todo se tambaleaba”. El escándalo era tal que Cristina fue apartada de cualquier cita relacionada con la Corona Real Española, incluso se le pidió que renunciase a sus derechos dinásticos, algo a lo que ella se negó.
Tuvieron que pasar muchos años hasta que la infanta Cristina sintió que volvía a recuperar su sitio. Fue hace poco cuando el rey Felipe VI aceptó evidenciar públicamente que la relación con su hermana había mejorado. Y es que un punto clave en el cambio de su relación con la familia real lo ha jugado el divorcio de Iñaki Urdangarin, pues con ello Cristina ha cerrado la peor etapa de su vida.