El Gobierno regional de Isabel Díaz Ayuso acaba de autorizar la ampliación de un coto de caza en el municipio de Nuevo Baztán (7.000 habitantes). El permiso lo había pedido en agosto de este año el propietario del coto, Luis Mariano G. C., un vecino de la localidad, que quería que siete parcelas que tiene se sumaran a los terrenos cinegéticos. Un portavoz de la Consejería de Medio Ambiente, Agricultura e Interior ha confirmado a Infobae España que “el coto tiene la resolución de ampliación desde hace días, porque cumple los condicionantes técnicos, las distancias de seguridad y tiene el visto bueno de los responsables de conservación del territorio”.
El problema es que viendo los mapas de una de las nuevas parcelas que se incorporarán al coto el terreno está pegado literalmente a unos chalés de la urbanización Eurovillas, una zona residencial de Nuevo Baztán. “Eso de que cumple las distancias de seguridad...”, señala Sergio Rubio, uno de los vecinos afectados. “No es que la ampliación del coto esté pegado a nuestras viviendas, es que también lo está al lado de una finca con unas porterías donde juegan chavales”. Con esta autorización, el coto gana 73 hectáreas y tendrá una superficie total de 769 hectáreas.
Madrid es la única Comunidad de toda España, junto a Cataluña, sin una legislación propia de caza. En consecuencia, la actividad cinegética está regulada por la una ley preconstitucional de 1970 y por un reglamento posterior de 1971. En septiembre de este año, Más Madrid llevó una Proposición No de Ley (PNL) a la Asamblea regional “para revisar la normativa vigente y ampliar las zonas de seguridad en las que está prohibido el uso de armas, en particular respecto a los núcleos habitados”. Y es que el obsoleto Reglamento de Caza de 1971 determina las distancias mínimas que deben guardar los cazadores: 50 metros a cada lado de cualquier carretera, 25 metros en vías férreas, 100 metros en núcleos habitados y 50 metros de viviendas aisladas.
La PNL fue rechazada. Y eso que la mayoría de las Comunidades Autónomas han ampliado estas zonas de seguridad, en especial en relación con las zonas habitadas. En Andalucía, Castilla-La Mancha, Extremadura, Euskadi y Navarra es de 250 metros; en Aragón, Asturias, Cantabria y Comunidad Valenciana, de 200 metros; en Castilla y León y Murcia, de 150 metros. En Madrid sigue en 50 metros. Varios vecinos escribieron hace semanas al consejero del ramo, Carlos Novillo, para expresarle su preocupación.
“Actividad no respetuosa con el entorno”
“Los vecinos afectados entendemos que la solicitud no se corresponde con la necesidad de desarrollar una actividad cinegética respetuosa con el entorno y que genere un beneficio para la comunidad y zonas de alrededor. Todo lo contrario, esta ampliación pone en peligro la actividad turística de la zona que con tanto esfuerzo estamos fomentando entre ayuntamientos, vecinos y Comunidad de Madrid. Supone una amenaza real para la seguridad de los habitantes de los municipios y una gran merma en el derecho al descanso al situarse la ampliación del coto a las puertas de las viviendas. Además, genera una preocupación, malestar y ansiedad en los habitantes de la zona. Por ello, rogamos a la Consejería de Medio Ambiente, Agricultura e Interior que, atendiendo a la responsabilidad de salvaguardar los derechos e intereses de los ciudadanos de la Comunidad de Madrid, no apruebe la solicitud emitida”. Sergio Rubio se resigna y señala “que ya veo que no nos han hecho ni caso”.
Gema Pacheco es la alcaldesa socialista de Nuevo Baztán. Gobierna en coalición con otros tres partidos. “Todo el Gobierno local estábamos en contra de la ampliación de este coto”, que según ha podido saber, pertenece a una familia de importantes empresarios y terratenientes del municipio. “También queremos que se amplíe la distancia para poder cazar respecto a las viviendas, pero poco podemos hacer desde el Ayuntamiento si ya lo ha autorizado la Comunidad de Madrid”.
En la región hay 778 cotos de caza y unas 40.000 licencias de cazadores. Los vecinos de Nuevo Baztan se han unido es una especie de colectivo con otros residentes de las localidades de Villar del Olmo, Pozuelo del Rey, Valdilecha, Valverde de Alcalá, Torres de la Alameda, que suman una población total de más de 25.000 habitantes, para denunciar que viven rodeados de tres importantes cotos de caza. A los de Nuevo Baztán les preocupa especialmente la superficie que ocupará la ampliación del coto.
Porque una de las parcelas queda pegada, no solo a viviendas, sino a una zona de ocio en la que se realizan “actividades recreativas por habitantes del municipio, en particular niños que realizan diversos deportes al aire libre. Además, esa zona es usada para pasear a perros. La ampliación supone que el coto y esta zona de ocio “no tendrá ninguna separación física ni distancia de seguridad entre ellas, suponiendo un peligro constante”. Otra nueva parcela del coto queda completamente rodeada por viviendas, por lo que los cazadores tendrán que disparar en dirección a las viviendas. Una tercera parcela del coto “que cerca de un camino de tránsito de ciclistas publicitada por la Comunidad de Madrid”. Y una cuarta (que también se suma al coto) se encuentra rodeada por dos vías pecuarias protegidas, la vía Cordel de la Senda Galiana y la vía Colada del Camino de Torres. “Es todo un despropósito”, sentencia Sergio Rubio. En el coto se caza, principalmente, aves y conejos.