Llegas al portal de tu edificio, sacas las llaves y abres la puerta. Al pasar junto a los buzones, recuerdas que hace semanas, quizá meses, no revisas el correo. Te acercas, introduces la llave y abres el buzón. En ese instante, una explosión rompe la tranquilidad y te golpea completamente por sorpresa. Imagina que en vez de ser una persona adulta fuera una niña de tan solo 12 años que había cumplido con su tarea de comprobar las cartas que llegan.
El pasado lunes, tras llegar del colegio, una niña de Grange-Canal en Suiza, abrió el buzón como habitualmente lo hacía, en el interior había un paquete bomba. El hecho tuvo lugar alrededor de las 16:15, cuando el paquete explosivo dentro de su buzón se activó. El impacto de la bomba hizo que la niña sufriera graves heridas, fue trasladada de inmediato en ambulancia al Hospital Universitario de Ginebra (HUG), donde fue sometida a una intervención quirúrgica de seis horas. Actualmente, la menor permanece en la unidad de cuidados intensivos. Las autoridades no han ofrecido detalles sobre la naturaleza de sus heridas, pero confirmaron que su estado es grave.
La explosión en Grange-Canal no es un hecho aislado. El Ministerio Público de la Confederación (MPC) ha informado que supervisa dos investigaciones en curso relacionadas con el uso de explosivos. Una de ellas se centra en un incidente ocurrido el pasado 20 de agosto en el barrio de Saint-Jean (cerca de donde vive la niña), un contenedor explotó en frente de la puerta de un edificio cuando un padre de familia sacaba la bolsa de basura por la noche, le causó heridas en las piernas.
El temor de los vecinos
Todo el barrio de Grange-Canal fue acordando por la policía y se desplegaron equipos especializados en explosivos para descartar otra bomba cerca del edificio de la niña. El equipo NEDEX (Neutralización, Extracción y Detención de Artefactos Explosivos) utilizaron un dron para inspeccionar toda la zona.
En el momento en el que se dio aviso de la explosión se ordenó que todos los vecinos que permanecían en el edificio debían quedarse en sus viviendas sin salir hasta que les avisaran. Todos los que no estaban allí no podían volver a entrar hasta nuevo aviso. Cuando llegaron todas las fuerzas de seguridad sobre las 18:15 de la tarde, la policía necesitaba abrir todos los buzones y descartar que hubiera otra carta bomba. Para realizar esa comprobación evacuaron a todos las personas que se encontraban en el edifico por el sótano.
El incidente ha generado preocupación entre los residentes del barrio, quienes han expresado su temor ante la posibilidad de que se trate de una serie de ataques premeditados. “No sabemos si esto fue un hecho aislado o parte de algo más grande. Es aterrador pensar que podría haber más explosivos por ahí”, comentó uno de los vecinos evacuados.
Mientras tanto, la policía ha instado a la comunidad a mantenerse alerta y a reportar cualquier actividad sospechosa relacionada con paquetes o buzones. De momento, las autoridades han reforzado la vigilancia en la zona y se espera que los resultados de la investigación puedan encontrar a los responsables. El barrio de Grange-Canal permanece acordonado, mientras las fuerzas de seguridad trabajan para devolver la tranquilidad a los vecinos y garantizar su seguridad.