Los últimos años las freidoras de aire se han convertido en uno de los electrodomésticos más imprescindible para todas las cocinas. Utilizar el horno parece una práctica anticuada por la tardanza en la que se cuecen los alimentos, lo aparatoso que es y la dificultad de su limpieza. En cambio, las conocidas como airfyer ganan practicidad en ese aspecto porque existe un método de limpieza muy simple y eficaz.
Una experta en limpieza explica su método más eficaz para retirar la grasa acumulada en las rejillas y paredes de tu freidora. El proceso comienza llenando la cesta de la freidora con agua, asegurándote de que las rejillas queden completamente cubiertas (dos o tres palmos de agua). Luego, se añaden unos trozos de limón al agua. El limón no solo ayuda a eliminar la grasa, sino que también neutraliza los olores desagradables que pueden quedar tras el uso de la máquina. Una vez preparados estos productos en el interior, se programa la freidora en el menú de patatas fritas o directamente a una temperatura de 200 grados durante 15 minutos.
El método es tan eficaz porque el vapor generado durante este tiempo actúa sobre las paredes internas de la freidora, ablandando la grasa acumulada y facilitando su posterior limpieza. Además, el limón potencia el efecto desengrasante y deja un aroma fresco en el interior. Una vez finalizado el ciclo de calentamiento, es importante dejar que el agua se enfríe completamente antes de seguir limpiando la máquina para evitar quemaduras o accidentes.
Cuando el agua esté fría, el siguiente paso es desconectar la freidora de aire y empezar la limpieza manual. Con una bayeta húmeda, se limpian las paredes internas y la resistencia, donde suele acumularse la mayor cantidad de grasa. Si es necesario, se puede inclinar ligeramente la máquina para alcanzar las zonas más difíciles. Por otro lado, las cestas y rejillas desmontables deben retirarse y lavarse aparte, utilizando un estropajo suave y detergente. Es fundamental asegurarse de que todas las piezas queden completamente limpias antes de volver a colocarlas.
Para completar el proceso, es esencial secar bien tanto el interior de la freidora como las cestas y rejillas. La humedad residual podría generar malos olores o incluso afectar el funcionamiento del aparato. Este paso asegura que la máquina quede lista para su próximo uso sin riesgos ni complicaciones.
Los beneficios de tener una freidora limpia
Este método no solo destaca por su efectividad, sino también por sus múltiples beneficios. Es ecológico, ya que no requiere productos químicos agresivos, lo que lo hace seguro para la salud y el medio ambiente. También es económico, pues utiliza elementos que seguramente ya tienes en casa, como agua y limón.
Aunque este truco es ideal para una limpieza profunda, el mantenimiento regular es la clave para mantener tu freidora de aire como el día que la estrenaste. Es recomendable limpiarla después de cada uso, retirando los restos de comida y grasa cuando aún están frescos. También es importante evitar el uso de estropajos abrasivos, ya que podrían dañar el revestimiento antiadherente de la cesta o las paredes internas. Con este método simple y eficaz, puedes mantener tu airfryer impecable sin esfuerzo, asegurando que esté siempre lista para su próximo uso.