Qué fue de Tomás Gómez, el exlíder del PSOE de Madrid que no perdona a Pedro Sánchez: “Lobato pensó que no podía sucederle a él”

El exalcalde de Parla fue otro ejemplo de una guerra entre el PSM y el PSOE de Sánchez, que se saldó, aunque por motivos diferentes, con la salida del líder de la federación madrileña

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Imagen de archivo del exlíder del PSOE de Madrid, Tomás Gómez, a 11 de febrero de 2015. (Europa Press)
Imagen de archivo del exlíder del PSOE de Madrid, Tomás Gómez, a 11 de febrero de 2015. (Europa Press)

El exsecretario del PSOE de Madrid, Tomás Gómez, fue uno de los que vaticinaron el final de su sucesor, Juan Lobato, tras vincular al Gobierno en la filtración de las conversaciones entre la Fiscalía y Alberto González Amador, la pareja de Isabel Díaz Ayuso. “[Lobato] está condenado [...] esta es la forma de Sánchez, su forma de hacer política, de imponerse dentro del Partido Socialista”, fueron sus palabras en una entrevista para la cadena Cope tras conocerse estas informaciones.

Un día después de publicarse una información del diario Abc en la que se destapó que Lobato acudió a una notaría para supuestamente registrar estas conversaciones, el líder del PSM citó a los medios de comunicación en la Asamblea de Madrid para dar su versión de los hechos. Lejos de renunciar, el por entonces líder de la federación madrileña remarcó que continuaría al frente y además denunció “un linchamiento” por parte de los suyos. Un día después, Lobato anunciaría su dimisión como secretario general y portavoz de los socialistas en la Asamblea madrileña, si bien aún conserva sus escaños.

A Gómez, quien fue líder de los socialistas madrileños durante ocho años, esta cantinela le resuena. “Cuando Pedro Sánchez me echó a mí Juan Lobato pensó que eso nunca podría sucederle a él”, afirmó este miércoles en unas declaraciones para Antena 3. “El relato es distinto, pero el procedimiento es el mismo [...] Lo más seguro es que la presión que se ha hecho desde la Dirección Nacional, desde Ferraz, haya sido infinita, como hicieron conmigo”, sentenciaba en otra aparición televisiva este jueves. Gómez ha sido uno de los principales críticos con la gestión de Sánchez en el partido, pero lo cierto es que si hay alguien que pueda hablar de guerras internas entre Callao y Ferraz, entre Sánchez y el PSM, es él.

Lobato dimite como secretario general del PSOE-M para frenar la "división".

El tranvía que acabó con la carrera política de Gómez

Gómez fue cesado de la dirección federal madrileña el pasado febrero de 2015 por unas supuestas informaciones que le apuntaban como responsable de los sobrecostes del tranvía de Parla cuando este era alcalde de la localidad madrileña, en 2005. Entonces, Gómez adjudicó por 93 millones de euros el proyecto del tranvía de la localidad, un recorrido de 8,3 kilómetros cuya obra dejó una factura final de 256 millones de euros, un 38% más del presupuesto inicial.

El caso, como era de esperar, terminó en los juzgados. Durante los siguientes meses, el líder socialista fue objeto de especulaciones sobre su posible imputación en el caso, ya que la Fiscalía pidió al Juzgado de Parla que imputase al equipo responsable de aprobar dicha ejecución. El PP de Esperanza Aguirre también arremetió contra el socialista.

Hay que aclarar que Gómez nunca llegó a ser imputado y, tirando de hemeroteca, el exalcalde de Parla no estuvo presente en la reunión en la que se aprobó dicho presupuesto. En su defensa, Gómez afirmó en todo momento que quien adjudicó las obras del tranvía y las ampliaciones de las obras fue el Consorcio Regional de Transportes autonómico.

Durante el trascurso de la investigación, Sánchez, como secretario del PSOE nacional, se reunió con Gómez y trató de convencer al exlíder del PSM para apartarse del cargo, pero este se negó sistemáticamente. Los días posteriores a estas conversaciones quedarían inundados por un runrún en la capital que apuntaba que Sánchez disolvería el PSM, o lo que es lo mismo, destituiría a Gómez como su líder. Y así fue. La Ejecutiva Federal del PSOE se reunió en Ferraz y aprobaron esta decisión en la mañana del 11 de febrero de 2025, alegando un “deterioro grave” de la imagen del PSOE por el caso que salpicaba al PSM.

Pero las investigaciones no llevaron a ningún cauce. El auto indicó que “no había indicios suficientes” para sustentar ni prevaricación ni malversación de fondos públicos. Pero el daño a Gómez ya estaba hecho, y su carrera política quedó arrollada por el tranvía de Parla y las presiones de Ferraz.

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