La redención del ‘Vega-C’: Europa vuelve a confiar sus satélites al cohete que fracasó en su debut

La Agencia Espacial Europea empleará este lanzador para poner en órbita el satélite Sentinel-1C. El Vega-C no vuela desde diciembre de 2022

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Cohete Vega-C (ESA)
Cohete Vega-C (ESA)

La Agencia Espacial Europea (ESA) ultima los preparativos para el regreso, este 4 de diciembre, de una de sus mayores apuestas en cuanto a lanzadores espaciales se trata: el Vega-C. Este cohete, construido por la empresa francesa Arianespace, será el encargado de poner en órbita al satélite Sentinel-1C, el nuevo integrante del programa Copernicus, dedicado a la observación de la Tierra.

El próximo lanzamiento, que tendrá lugar en el puerto espacial europeo de Kurú, en la Guayana Francesa, será una prueba de fuego para el Vega-C, que no vuela desde hace dos años. El 20 de diciembre de 2022, el vehículo fracasó en su debut comercial (el segundo despegue tras su prueba inaugural) cuando se disponía a llevar al espacio dos satélites de la constelación Pléiades de Airbus, los cuales nunca llegaron a su destino.

Tras un concienzudo estudio de lo sucedido, se llegó a la conclusión de que la pérdida de la misión se había debido a problemas en el motor de la segunda etapa del cohete, aquella que se desprende del cuerpo principal al alcanzar una determinada altura, que acontecieron dos minutos y medio después de que el vehículo dejara la superficie terrestre. Desde entonces, la ESA y Arianespace han llevado a cabo trabajos exhaustivos sobre el Vega-C para evitar nuevas fallas en futuros lanzamientos.

“El principal cambio que se ha implementado es una modificación en el diseño y la fabricación de la boquilla de la segunda etapa del lanzador, que se llama Zefiro 40″, ha detallado este miércoles Giulo Ranzo, CEO de Avio, empresa italiana que ha tenido un papel destacado en las modificaciones realizadas sobre el cohete. “Hemos cambiado el material de la parte interior de la boquilla, por donde pasan todos los gases calientes a temperaturas extremadamente altas, por un material extremadamente sofisticado que resiste más de 3.000 grados de temperatura”.

Cohete Vega-C (ESA)
Cohete Vega-C (ESA)

Para corroborar el correcto funcionamiento de la nueva composición del motor, se han llevado a cabo dos pruebas en tierra con resultados satisfactorios. “Además, junto con la ESA y Arianespace, hemos puesto en marcha un equipo para revisar que todas las demás piezas del lanzador estén en condiciones de volar. Durante los últimos años, nos hemos tomado el tiempo para aumentar la solidez del diseño y en la fabricación del lanzador para asegurarnos de que sea completamente robusto”, ha asegurado Ranzo.

El complemento del Ariane 6

El Vega-C es un lanzador de tamaño mediano que promete ampliar la autonomía de Europa en el espacio al facilitar nuevas posibilidades para las misiones, incluidas las operaciones de retorno a la Tierra con el vehículo de reentrada reutilizable Space Rider de la ESA, actualmente en desarrollo. Junto con el Ariane 6, el cohete de mayor tamaño que hizo su debut el pasado julio, constituyen los pilares de la capacidad europea de transporte espacial.

El Vega-C es la evolución del cohete Vega y, al igual que este, sus elementos principales son tres etapas de combustible sólido, una etapa superior impulsada por un motor de combustible líquido y un carenado de carga útil. Se trata de un vehículo monocasco de casi 35 metros y 210 toneladas, capaz de lanzar unos 2.300 kilogramos en una órbita polar de referencia de 700 kilómetros.

Asimismo, gracias a una nueva gama de portadores de carga útil, el Vega-C podrá acomodar una mezcla de formas y tamaños de carga, que van desde CubeSats hasta satélites de mayor tamaño. Los países que han participado en el programa ascienden a 13: Austria, Bélgica, República Checa, Francia, Alemania, Irlanda, Italia, Países Bajos, Noruega, Rumania, España, Suecia y Suiza.

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