El gato siamés es un felino largo y ágil. Se trata de una de las razas más fáciles de reconocer, gracias a su llamativo y característico pelaje blanquecino y unas marcas más oscuras en las extremidades. Además, los ojos siempre serán de un azul intenso y brillante.
Historia
Este hermoso gato es el legendario del templo del rey de Siam. El rey no solo apreciaba a los felinos por su belleza, sino que también los utilizaba como gatos guardianes. La habilidad de los siameses para auparse a las altas columnas que rodeaban al trono del rey les servían para abalanzarse sobre aquellos que intentaban arrebatarle el trono, según ha contado la empresa de alimentos de mascotas Hill´s.
Precisamente, los primeros gatos que llegaron a Europa fueron un regalo de este rey al consulado inglés en Bangkok a finales del siglo XIX, una pareja llamada Pho y Mia, una pareja que llegó a Inglaterra en 1884. A finales de los 90 y principios del siglo XX se importaron más razas de estos gatos a Norteamérica, desde Reino Unido, Francia, Japón y Siam, pero siguieron siendo poco comunes hasta finales de la Segunda Guerra Mundial, cuando se convirtió en la raza de gatos más registrada.
Valor en el mercado
Lo ideal, en el caso en el que se opte por no querer adoptar y adquirirlo, sería comprarlo a un criador serio. De este modo, se reduce el riesgo de que el animal sufra una enfermedad hereditaria, además de ser la manera correcta de promover la cría de gatos de esta especie, según ha explicado el magazine Zooplus.
Esto sirve para estar seguro del bienestar del animal. Un gato siamés cuesta aproximadamente 600 euros. No obstante, también se pueden visitar las protectoras de animales, ya que no es extraño encontrarse ejemplares de esta raza.
Características y peculiaridades del gato siamés
El gato siamés es característico por su constitución esbelta y una cola larga y delgada, las patas estrechas y movimientos elegantes. Es un gato mediano, de entre 20 y 25 centímetros de altura. Las hembras pesan entre tres y cuatro kilos y los machos pueden llegar a pesar hasta cinco.
Tiene la cabeza en forma de cuña, aunque ligeramente curvada hacia los lados. Las orejas erguidas, con su forma triangular, le alargan el rostro, pero lo que es inconfundible son sus ojos azules.
Estos gatos tienen un pelo suave, lo que hace que acariciarlos sea un placer, si alguna vez se están quietos. Son grandes amantes del ejercicio, tanto físico como mental. Por otro lado, es uno de los gatos que más maúllan, además con un tono considerable.
Entre las peculiaridades del gato se encuentran su gran curiosidad y actividad. Se dice que es el gato entre los perros al ser muy sociable y dependiente. Además, requiere de cierto espacio, por lo que si se encuentra en un piso, es normal sacarlo a pasear. También es importante la higiene del felino, ya que requiere que se le lave, al menos, una vez a la semana.
Para compensar lo exigente de su carácter, el cuidado de su pelaje es bastante sencillo. Basta con cepillárselo de vez en cuando. Como cualquier gato, no son muy amigos del agua, por eso, aprecian que se les seque después de estar bajo la lluvia. Además, son grandes amantes del calor, por lo que no es raro encontrarlos al lado de los radiadores o chimeneas.
Por otra parte, y como es lógico, requieren de una alimentación sana. Es más, estos felinos necesitan tener siempre agua fresca, sobre todo si se les alimenta con pienso. Así, si por algún casual se les cambia de comida, conviene hacerlo paulatinamente, para que se adapte el paladar del felino.