En poco más de un mes, finalizará el año 2024 y con él cualquier posibilidad de actuar o de llevar a cabo medidas para optimizar el resultado de la Declaración de la Renta 2024, la cual deberá ser presentada entre los meses de abril y junio del próximo año. Uno de los colectivos que más se han quejado por la enorme cantidad de impuestos que deben abonar al Estado son los autónomos.
Las nuevas normativas fiscales exigen que todos los autónomos presenten la Declaración de la Renta, sin importar si han generado beneficios o sufrido pérdidas. Anteriormente, los profesionales independientes que no superaban ingresos de 1.000 euros anuales estaban exentos de esta obligación, a menos que desearan aprovechar alguna deducción que la declaración permite. Con el cambio legislativo, que genera un nuevo marco para los autónomos, desaparece esta exención. Ahora, incluso si su actividad no ha sido rentable o ha resultado en pérdidas, deberán cumplir con la presentación de la Declaración.
La importancia de las deducciones fiscales para los autónomos
Las reducciones aplicadas a la base imponible general influyen significativamente en el cálculo del IRPF de un autónomo. Estas disminuciones incluyen las deducciones por contribuciones a planes de pensiones. La determinación del importe a pagar por el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas no solo depende de estas reducciones, sino también del nivel de los rendimientos netos de la actividad económica del autónomo.
Además, se consideran otros rendimientos, que pueden incluir rendimientos del trabajo en situaciones de pluriactividad, así como rendimientos del capital y ganancias patrimoniales. Por otro lado, la situación personal y familiar del contribuyente también es crucial en la determinación del pago de impuestos.
Cómo hacer que la Declaración de la Renta salga a ‘devolver’
El Instituto BBVA Pensiones expone una serie de medidas, que pueden ser aplicadas por las personas autónomas, y por las que podrán verse beneficiadas a la hora de obtener el resultado de la Declaración de la Renta. Como se ha mencionado anteriormente, algunas de estas medidas están relacionadas con la contribución a planes de pensiones.
Según la entidad financiera, los trabajadores autónomos podrán contribuir económicamente a planes de pensiones individuales con el importe máximo permitido, el cual se establece en 1.500 euros anuales. Esta cifra se presenta, precisamente, como el límite máximo de deducción en el IRPF o el 30% de los rendimientos netos del trabajo y actividades económicas.
Adicionalmente, los autónomos pueden adherirse a planes de pensiones de empleo simplificado (PPES), promovidos por asociaciones o federaciones de autónomos, sindicatos o colegios profesionales. En este caso, los autónomos, con el objetivo de optimizar el resultado de la Declaración de la Renta, podrán realizar aportaciones adicionales hasta alcanzar los 4.250 euros anuales. Alternativamente, es posible destinar los 1.500 euros del límite general a un PPES, en lugar de asignarlo a un plan de pensiones individual.
Por tanto, en total, el autónomo podría destinar hasta 5.750 euros anuales a planes de pensiones, y la deducción en IRPF podría alcanzar hasta la menor entre esa cantidad y el 30% de los rendimientos de actividades económicas.
Por otro lado, el artículo recomienda otro consejo que consistiría en aportar contribuciones al plan de pensiones del cónyuge por un valor de hasta 1.000 euros anuales, si el marido o mujer de la persona autónoma posee rendimientos netos anuales de trabajo y actividades económicas inferiores a 8.000 euros, permitiendo una deducción adicional en el IRPF.