Muchas personas sueñan con ganar la lotería: pagar algunas facturas pendientes, comprar una casa, hacer algún viaje o adquirir un coche nuevo. Son diversas las formas en las que cada uno invertiría el dinero y, aunque las posibilidades son pocas, la gran mayoría de gente continúa confiando en la suerte de los números de la lotería.
Un hombre de Maryland ha sido uno de los afortunados recientemente: según un comunicado de prensa del 26 de noviembre de los funcionarios del sorteo de esta región de Estados Unidos, el ganador acababa de jubilarse exactamente el mismo día, algo que muchos considerarán un doble golpe de suerte. El boleto de lotería lo adquirió en una gasolinera de Easton, un municipio de la costa este del estado de Maryland: como el establecimiento se ubica cerca de su banco, el hombre compraba allí los billetes una vez por semana.
A la mañana siguiente, el hombre revisó el sorteo Bonus Match 5 a través de la aplicación en su teléfono móvil y descubrió que en su boleto había acertado los cinco números en una línea. Esta coincidencia le hacía ganador del premio principal del juego, 50.000 dólares, así como otros 15 más por otro sorteo separado con el mismo billete.
El hombre podrá tener ahora una jubilación más tranquila con ese dinero, que, según indicó él mismo a los funcionarios de la lotería, invertiría en pagar algunas facturas pendientes.
Primeras compras inusuales
El primer desembolso del un premio de la lotería suele ser especial, en algún producto con el que siempre se ha soñado o que hace al ganador especial ilusión. Sin embargo, además de aquellas personas que deciden invertirlo en deudas anteriores, hay gente cuya primera compra sorprende, ya sea porque no es un bien de demasiado valor o resulta tan cotidiano que parece extraño que un premio de tal magnitud pueda invertirse en ello. Este fue el caso de una pareja que, tras ganar más de 130 millones de euros en la lotería, dedicó la inauguración del premio a un objeto completamente alejado de lujos y riquezas.
En una entrevista al medio británico The Sun, Paddy y Frances Conolly comentaron que, tras enterarse de que eran los afortunados, se acomodaron en un hotel por seguridad sin ninguna de sus pertenencias. “Salimos de casa con lo justo para evitar que alguien se enterara y nos localizara. Cuando llegamos al hotel, me di cuenta de que no tenía ropa interior limpia. Tuve que llamar a nuestra hija Fiona para pedirle que pasara por Marks & Spencer”. Por tanto, la primera compra con el premio fueron “unas bragas”, comentaron entre risas.
A pesar de ello, no tardaron en hacerse con su primer artículo de la alta esfera social: un reloj de bolsillo de oro para uno de sus padres. Sin embargo, la pareja ha querido mantener una vida sencilla y con los pies en la tierra: “Ganar no te convierte en otra persona. Lo que cambia es tu vida, no tu personalidad”, explicaron. Por ello, los ganadores han donado cerca de 72 millones del premio a amigos, familiares y gente necesitada, algo que es habitual entre algunos afortunados de la lotería.
La familia ha querido mantener un modelo de vida moderado en cuanto a lujos, pese a que invierten en pequeños caprichos y bienestar para la familia, como un nuevo hogar con cinco habitaciones y piscina y dos coches de gama media-alta.