Qué pasa si mi perro come pan: esto es lo que dicen los expertos

Cuando tenemos un perro en casa queremos que esté lo más a gusto posible y primará, sobre todas las cosas, su felicidad. Por ello, en muchas ocasiones, cometemos errores pensando que eso le hará más feliz, uno de los más comunes es darle las sobras de nuestra comida. Aunque parezca un hábito inofensivo, puede causar ciertos problemas:

• Desequilibrio nutricional: los canes necesitan una dieta específica basada en proteínas, grasas y carbohidratos en proporciones adecuadas para ellos. Nuestra comida, en cambio, suele ser rica en grasas, condimentos y otros ingredientes que no cubren sus necesidades nutricionales y pueden provocar deficiencias o excesos.
• Problemas gastrointestinales: muchos de nuestros alimentos son difíciles de digerir para ellos y pueden provocar vómitos, diarrea o incluso pancreatitis.
• Toxicidad: algunos de nuestros ingredientes suelen ser tóxicos para los perros como, las pasas, las uvas, la cebolla, el ajo o el aguacate.
• Incremento de peso: nuestras sobras suelen ser más calóricas, lo que aumenta el riesgo de obesidad. Además, pueden desencadenar problemas secundarios como diabetes o enfermedades articulares.
• Alteración de su comportamiento: darles comida de nuestra mesa puede fomentar comportamientos no deseados, como mendigar o intentar robar comida, lo que provoca problemas de convivencia y desobediencia.

Es común que nuestro perro nos observe mientras comemos para ver si, con suerte, le cae algo. Si por él fuera probaría lo mismo que nosotros nos llevamos a la boca, pero eso no puede ser así. Está claro que hay algunos alimentos que jamás le daríamos, como una guindilla, sin embargo, no ocurre lo mismo con el pan, que parece inofensivo. Pero, ¿puede realmente ingerirlo? Sí, aunque con moderación. En alguna ocasión le podemos dar pequeñas cantidades de pan blanco o integral (ya que, otros tipos podrían ser tóxicos), pero teniendo en cuenta que es algo ocasional y que no puede repetirse con asiduidad.

Algunas barras pueden incluir ingredientes que pueden ser peligrosos para nuestra mascota. Las nueces de macadamia, en particular, son tóxicas para los perros, y en general, todas las nueces tienen un alto contenido de grasa, nada beneficioso para su salud. Asimismo, ciertos panes, como los que contienen chispas de chocolate, pasas, cebolla, ajo o algunos panes dulces, pueden incluir xilitol, un edulcorante que no deben ingerir.

Por ello, siempre es fundamental revisar cuidadosamente los componentes antes de ofrecer cualquier alimento. Si el animal tiene alergias alimentarias, es preferible evitar el pan por completo y ante cualquier duda, consultar al veterinario. Aunque los perros puedan consumir pan en pequeñas cantidades, no se recomienda incluirlo en su dieta de manera habitual, ya que no aporta beneficios significativos para ellos, tal y como explica el portal web Purina.

Para evitar que un perro pida comida en la mesa, es importante establecer límites claros y fomentar buenos hábitos desde el principio. Estas son algunas estrategias efectivas:

• Implantar normas claras: no darle comida desde la mesa, ni siquiera de manera ocasional, porque refuerza el comportamiento de mendigar alimento y dificulta que entienda que no debe hacerlo.
• Ignorar el comportamiento: si insiste en pedir, evita prestarle atención.
• Entrenamiento positivo: refuerza los comportamientos deseados. Si se queda tranquilo en su cama mientras estás en la mesa, prémialo después con una golosina.
• Asignar un espacio durante las comidas: enséñale a quedarse en su cama o en otra zona específica mientras comes.
• Evitar dejar comida a su alcance.
• Alimentarle antes de las comidas: si está saciado será menos probable que se interese por lo que hay en la mesa.
• Constancia: todos los miembros del hogar deben seguir las mismas normas.