La tensión entre España y Reino Unido, con territorio gibraltareño de por medio, no solo es palpable en las visitas al peñón de Gibraltar, en las que turistas españoles llevan pequeñas banderas de España que pretenden entregar a los monos que habitan en la roca. Durante la celebración por la consecución de la Eurocopa 2024, Álvaro Morata y Rodri Hernández —jugador del Manchester City— profirieron el ya clásico cántico de “¡Gibraltar es español!”, por el que ambos fueron sancionados con un partido oficial en competiciones de la UEFA. El nuevo capítulo de hostilidad diplomática entre España y Reino Unido trasciende, ahora, al ámbito castrense, debido al envío de un submarino nuclear de la Marina Real Británica en aguas gibraltareñas.
Aunque los grupos ecologistas de la zona han exigido que se retire el sumergible de manera inmediata por su capacidad nuclear, el principal temor de las autoridades españolas, según Majorca Daily Bulletin, es que el peñón de Gibraltar esté siendo utilizado como base de reparación de submarinos nucleares británicos.
Misiles de más de 1 millón de euros cada uno
El submarino nuclear, en cuestión, es el HMS Astute. Es el buque principal de una clase de siete que se han construido para la Marina Real Británica. Esta nave acuática fue botada —acción que consiste en echar al agua un buque, haciéndolo resbalar por la grada, después de haber sido construido o carenado— el 8 de junio de 2007, con 43 meses de retraso con respecto al tiempo estimado para su construcción.
BAE Systems, segundo mayor contratista militar del mundo, fue la empresa encargada de su construcción, y lo describió como “el submarino de ataque más grande y más capaz que ha operado la Marina Real, con un rendimiento que rivaliza con cualquier otro del mundo”.
El HMS Astute es uno de los submarinos “cazadores-asesinos” más modernos del Reino Unido, que cuenta con capacidad para transportar 38 armas, entre las que se encuentran torpedos pesados Spearfish y misiles de crucero Tomahawk Block IV, que tienen un coste de 870.000 libras esterlinas (1.043.000 euros) cada uno. Estos misiles, que son capaces de atacar un objetivo a pocos metros de distancia con un alcance de 1.600 kilómetros, serían actualizados al estándar Block V a partir de 2024, según la información proporcionada por el Ministerio de Defensa.
S-81 Isaac Peral, el mejor de España
Navantia, la constructora naval civil y militar española, fue la empresa que se encargó de la construcción de los submarinos españoles de la clase S-80. Su primera unidad, el S-81 Isaac Peral, fue entregado a la Armada española el 30 de noviembre de 2023 (con una década de retraso) y se prevé su entrada en el mar en 2025.
La construcción de los próximos submarinos de la clase S-80, sitúa a los submarinos españoles en la lista de mejores sumergibles convencionales del mercado, solo superados por los de tecnología nuclear, los cuales son más costosos de operar. Así, España se une a la reducida lista de países capaces de fabricar desde cero sus propios submarinos convencionales o nucleares: Estados Unidos, Reino Unido, Alemania, China, Francia, Japón, Rusia, Suecia, Coreal del Sur y Taiwán.