La Eurocámara da ‘luz verde’ a la Comisión Europea, que arrancará el 1 de diciembre: el PP español vuelve a rebelarse y vota en contra

El Colegio de Comisarios sale adelante con 370 votos a favor, 282 en contra y 36 abstenciones. Entre los eurodiputados españoles, solo el PSOE y el PNV dan el ‘sí'

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La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y la vicepresidenta ejecutiva designada para una transición limpia, justa y competitiva, Teresa Ribera Rodríguez, a 27 de noviembre de 2024. (REUTERS/Yves Herman)
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y la vicepresidenta ejecutiva designada para una transición limpia, justa y competitiva, Teresa Ribera Rodríguez, a 27 de noviembre de 2024. (REUTERS/Yves Herman)

La Comisión Von der Leyen 2.0 ya puede (por fin) echar a andar en la nueva legislatura. Con 370 votos a favor, por 282 en contra y 36 abstenciones, el Parlamento Europeo ha confirmado este miércoles su respaldo al Colegio de Comisarios tras conseguir la mayoría simple en un hemiciclo totalmente fracturado. “En las últimas semanas, habéis examinado minuciosamente a todos los miembros de este Colegio [...] Sé que esto no fue fácil”, ha admitido la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, en su discurso para presentar a su equipo, en el que ha apuntado que durante estos próximos cinco años “la unidad en el centro será lo más importante, en este mundo donde todo se instrumentaliza”.

Von der Leyen era muy consciente de que alcanzar la mayoría absoluta iba a ser misión imposible, pero los números salían adelante con obtener tan solo la mayoría simple —la mitad más uno entre los presentes en la votación—. Este número no asegura la estabilidad de la legislatura, es decir, del “gobierno del centro”, y por eso la marca representativa estaba realmente en los 361 votos, la mayoría más uno del total de la Eurocámara —720 eurodiputados—. La marca ha sido superada, pero el apoyo ha sido de apenas un 51,39%, el peor resultado en los votos de confianza a la Comisión.

En esta votación ningún grupo ha votado al unísono y las discrepancias internas han existido, incluso, desde dentro del propio Partido Popular Europeo (PPE). Es el caso del PP español, que ya presionó para bloquear la designación de Ribera y que ahora sus 22 diputados, más otros 13 del PPE —de 188— han votado en contra de todo el Colegio, que cuenta con mayoría de populares. Lo hacen “por simbolismo”, han indicado, porque apoyan a VDL pero no a Ribera, pero al mismo tiempo dicen ‘no’ a un Colegio presidido por una popular y con una mayoría abrumadora de comisarios de su familia política. En cuanto al resto de eurodiputados españoles, el ‘no’ se ha impuesto sobre el ‘sí', con tan solo el voto afirmativo de los socialistas y el PNV.

Una nueva normalidad en Europa

Después de una semana de ruido, traiciones y vetos cruzados, la votación de hoy en Estrasburgo permite tomar un cierto respiro y devuelve a la normalidad a Bruselas, aunque no será la misma que la de 2019, ni mucho menos cómoda. Tras las elecciones de junio, los europeos abrieron la puerta a una mayoría alternativa a la gran coalición formada por populares, socialdemócratas y liberales, y en última instancia ampliada a los Verdes. Es la que incluye en la fórmula a la extrema derecha, que ya no es solo una serie de partidos aislados, sino que cuentan con peso real en la Unión Europea. De hecho, la mayoría conseguida hoy comprende desde Los Verdes hasta los Conservadores y Reformistas Europeos (ECR) de Meloni.

El Parlamento Europeo aplaude a Teresa Ribera, la nueva vicepresidenta ejecutiva de la Comisión Europea, durante el pleno para votar al Colegio de Comisarios, en Estrasburgo

Esto quiere decir que cualquier desacuerdo entre los socios de la coalición para sacar adelante futuras iniciativas legislativas estará amenazado por el bloqueo de estos grupos. Y ahora mismo la confianza no es que sobre en la mayoría europeísta. Desde 2022, el PPE ha demostrado estar dispuesto a formar parte de la otra mayoría, la bautizada como “Mayoría Venezuela”, para sacar determinadas iniciativas, lo que ha llevado a poner en jaque el apoyo de los socialistas. Su líder, Iratxe García, ha querido remarcarlo en el pleno de este miércoles: “Es inmoral trabajar con quienes quieren eliminar derechos y negar el cambio climático”, ha afirmado. “Es imposible construir una Europa con quienes rechazan el proceso de integración”.

El PPE ha querido dejar claro que los grandes proyectos en la nueva legislatura nunca saldrán adelante con el apoyo de los Orbán, Le Pen o Wilders, a quien el líder de los populares, Manfred Webber, ha tachado de “enemigos de Europa”. Pero, al mismo tiempo, el bávaro ha deslizado la idea de incluir en la coalición a ECR, una línea roja marcada por los socialdemócratas: “nuestro sí es constructivo, responsable, pero no un cheque en blanco”, ha replicado García.

Ribera, la “brújula de la competitividad”

A un hemiciclo totalmente fracturado se le añade el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca, una preocupante falta de competitividad tecnológica con China y EEUU -ya cartografiada en el informe Dragui-, una guerra en las fronteras europeas, y la amenaza, cada vez más presente, de la crisis climática. La española Teresa Ribera, vicepresidenta de la Comisión para una Transición limpia justa y competitiva con la cartera de Competitividad será la principal encargada de guiar al bloque en lo que Von der Leyen ha llamado la “brújula de la competitividad”, que irá de la mano de la continuidad con el Pacto Verde.

“[Ribera] está muy bien equipada, es una europeísta verdadera”, ha alabado la germana. Von der Leyen ha adelantado que implementará un Pacto Industrial Limpio en los primeros 100 días de mandato, en el que se verán involucrados “todos los comisarios”. Tras la luz verde del PE, la nueva Comisión Europea debe ser nombrada formalmente por los jefes de Estado y de Gobierno. Su mandato de cinco años comenzará el 1 de diciembre.

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