El juez del Tribunal Supremo que investiga al fiscal general del Estado por la filtración de los correos de Alberto González Amador ha ordenado al Ministerio Público conservar las imágenes de las cámaras de seguridad de la sede de la calle Fortuny por una posible “conversación” entre el investigado y la teniente fiscal del Supremo mientras los agentes de la UCO de la Guardia Civil practicaban el registro en su despacho.
La Asociación Profesional e Independiente de Fiscales (APIF), que representa una de las acusaciones populares en la causa, solicitó la comparecencia de un testigo que aseguraba haber visto a García Ortiz “examinando un móvil” junto a María de los Ángeles Sánchez Conde, su número dos y máxima autoridad del Ministerio Público en el Tribunal Supremo. El testigo es el también fiscal del Supremo Salvador Viada, exportavoz de la APIF, según consta en el escrito que presentó la asociación ante el juez. APIF solicitó que fuera citado “a efectos de acreditar la veracidad de este singular e insólito encuentro” entre García Ortiz y Sánchez Conde.
Ahora, el magistrado Ángel Hurtado dicta una providencia, a la que ha tenido acceso Infobae España, en la que ordena a los servicios de seguridad de la Fiscalía conservar las imágenes de “las cámaras que enfocan el salón noble ubicado en el patio central del edificio” de la calle Fortuny, “al menos, en el espacio de tiempo comprendido entre las 18:00 y 19:45 horas” del pasado 30 de octubre.
El magistrado instructor autorizó este lunes a los investigadores de la UCO a analizar la información incautada de los dispositivos electrónicos del fiscal general que le incautaron durante el registro. Los datos que podrán estudiar se circunscriben a las fechas comprendidas entre los días 8 y 14 de marzo de este año, cuando se gestó la filtración de la denuncia y los correos que afectaban al novio de Isabel Díaz Ayuso, Alberto González Amador.
“Participación preeminente” de García Ortiz
El último informe de la UCO, que analiza los datos obtenidos del dispositivo móvil de la fiscal jefe de Madrid, concluye que García Ortiz tuvo una “participación preeminente” en la filtración de los correos del novio de Ayuso. Del análisis de las comunicaciones intervenidas, los investigadores concluyen que “desde las 21:59h, hora en la que recibe el fiscal general del Estado un correo que requiere y que contiene el que finalmente se filtra, y hasta que se publica la filtración a las 23:51 horas, hay tan solo un número muy reducido de personas” que tienen acceso a “todos los correos entre la Fiscalía y el abogado de la defensa” y que tienen conocimiento, no solo de que el Ministerio Público está elaborando un “comunicado”, sino del “periodo temporal aproximado en el que éste se publicará”.
En concreto, los agentes inciden en que “estas dos circunstancias solamente se dan primigeniamente en la Fiscalía, por lo que la filtración debe iniciarse en ésta y, dentro de la misma, puede circunscribirse a la Fiscalía General del Estado, al fiscal jefe provincial, a la fiscal superior, a la fiscal decana de delitos económicos y al fiscal de delitos económicos”.