Yolanda Díaz, vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo, ha pedido este martes a los miembros de la Comisión Asesora para el Análisis del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) que la subida del salario mínimo para 2025 debe ser suficiente para que los trabajadores no pierdan poder adquisitivo y que refleje, como mínimo, la subida de la inflación, que en los últimos once meses ronda el 2,6%.
Díez ha señalado, tras la reunión con la comisión, que el mandato “es uno, que no haya pérdida de poder adquisitivo y desde ahí que trabajen”. También ha solicitado que el incremento salarial sirva para seguir avanzando en que el salario mínimo sea el 60% del salario medio en España.
El SMI alcanza actualmente los 1.134 euros brutos mensuales tras la subida del 5% aplicada este año y, a partir de él, los expertos de la comisión tienen que empezar a trabajar para después convocar la mesa de diálogo social en la que se abordará el tema.
El incremento del SMI para este año fue fruto del acuerdo alcanzado con los sindicatos, ya que la patronal se descolgó, e implicó un aumento de 54 euros al mes, de forma que el salario mínimo anual se situó en 15.876 euros brutos.
Fuentes del Ministerio de Trabajo han manifestado que se intentará que se cumplan los plazos para que el nuevo salario mínimo entre en vigor el próximo 1 de enero. No obstante, si no se consigue llegar a tiempo, han informado que se aplicará con carácter retroactivo.
La ambición de ser europeos en salarios
Por su parte, Yolanda Díaz ha asegurado que “detrás del salario mínimo no hay números, hay familias, hay rostros y hay infancia” y ha incidido en que es necesario mejorar los salarios en España.
“Tenemos que ser europeos en materia salarial. Tener mejores salarios hace que la economía funcione mejor”, ha manifestado la titular de Trabajo, que ha destacado la importancia de las subidas del SMI en la lucha contra la desigualdad.
Aumento del SMI
El SMI ha experimentado un notable incremento en los últimos años en España, siguiendo una tendencia marcada por las políticas de los gobiernos que han buscado mejorar el poder adquisitivo de los trabajadores, reducir la pobreza laboral y avanzar hacia una mayor equidad social. Este aumento ha sido especialmente significativo desde 2019, cuando el Ejecutivo dirigido por Pedro Sánchez decidió acelerar la subida del salario mínimo para acercarlo al 60% del salario medio, una recomendación de la Carta Social Europea.
En 2023, este SMI se situaba en 1.080 euros al mes, representando 15.120 euros anuales computados para catorce pagas. Esta cifra fue el resultado de sucesivos incrementos que se habían producido desde 2018, cuando el SMI se encontraba en 735,90 euros al mes. Este salto cuantitativo reflejó un esfuerzo por recuperar el poder adquisitivo perdido durante la crisis económica de 2008 y sus secuelas.
El SMI ahora
De esos 735,9 euros registrados en 2018 se ha registrado un aumento rápido (de un 54,1% acumulado) que ha alcanzado los 1.134 euros en 2024. La subida del SMI ha superado con creces al resto de los salarios y que ha contribuido a reducir el porcentaje de trabajadores que cobran sueldos bajos, aunque el efecto sobre la pobreza salarial se ha visto mermado por la inflación. Según la última encuesta de estructura salarial del INE, publicada esta semana, el salario medio creció un 12,2% entre 2018 y 2022, pero en el mismo periodo el SMI experimentó una evolución al alza del 35,9%. Esto ha producido un efecto de arrastre sobre los salarios más bajos y ha situado la desigualdad salarial a mínimos de la última década