El actor y músico Víctor Elías vive en una nube desde su boda el pasado 31 de octubre con Ana Guerra. La pareja se dio el esperado “sí, quiero” delante de toda su familia y un numeroso grupo de amigos, entre los que se encontraban los compañeros de la edición de la canaria en Operación Triunfo y el reparto de Los Serrano. Estos han sido un gran apoyo para Elías a lo largo de los años; y, de hecho, Fran Perea fue el encargado de oficiar su inión.
Y es que, el joven no ha tenido una vida fácil, y sobre esto se ha sincerado en una entrevista con El Mundo, donde ha hablado sobre su infancia bajo el foco de la fama, la relación con sus padres alcohólicos, la tutela de sus tíos y su caída en las adicciones. Unas confesiones que ha reconocido en su libro #YoSostenido. Historia de un juguete casi roto que saldrá a la venta el 27 de noviembre.
Entre estas declaraciones también ha hablado sobre el bullying que sufrió por ser conocido en el colegio: “Era gracioso pegar al famoso”. Además, también ha comentado qué sensaciones mantiene de la relación con sus padres, quienes fueron adictos y fallecieron: “No tengo ningún tipo de rencor hacia ellos, porque luego yo me he visto ahí, en lo profundo de la adicción, y lo único que puedo hacer es alabarles porque aun así lograran criarme y, con todas las imperfecciones, hacerme sentir querido”.
La situación se volvió tan insostenible que con 13 años tomó la decisión de denunciar a su madre, un gesto que provocó que ella perdiera su custodia: “Es la decisión más difícil de mi vida, pero ya no podía más. (...) El juez hizo algo que me sorprendió y ahora sé que fue la mejor decisión, me mandó a vivir con mis tíos. Mi madre nunca me perdonó aquello”.
No obstante, él mismo acabó cayendo en aquello que tanto odió y tantos problemas le provocó. El ahora marido de Ana Guerra probó su primera raya de cocaína con 20 años y, a partir de ahí, acabó cayendo a los infiernos, lo cual provocó que se distanciara de todos u círculo cercano: “Llegó un momento en que me pasé cuatro días en casa sin comer ni dormir. Solo, raya, piano, raya, piano, raya...”.
El apoyo primordial de la cantante
“Al salir había fallado a medio Madrid y, al fin, me levanté y dije: ‘¿Qué cojones estoy haciendo?’. Pero a partir de ahí es un proceso muy jodido”, ha revelado a El Mundo. Y también ha confesado que su desintoxicación ha sido un largo camino, en el que ha sufrido muchas recaídas y ha necesitado apoyo y ayuda: “Yo solo no hubiera conseguido salir, seguiría metiéndome o estaría muerto”.
Por este motivo, decidió tomar la decisión junto a Ana Guerra de celebrar su boda sin alcohol: “Una de las cosas que más agradezco en el mundo es haber podido vivir mi boda y mi despedida de soltero al 100%. Ni alcohol ni drogas ni dramas”. Y ella, su ahora esposa, ha sido su mayor aliciente para esta superación: “Nada más empezar, le conté que soy adicto, que ya no consumo, pero que me va a acompañar siempre y entendería si se iba. Se quedó, no me juzgó, me apoya a diario. Ha sido un viaje jodido, muy jodido, pero el final es feliz”. En cuanto a su familia, también ha hablado sobre su relación con la reina Letizia en El País: “Eso sí que lleva siendo así desde siempre. Hay veces que parece que entré en Los Serrano por eso, pero ella fue reina más tarde”.