El diputado de Vox en representación de la circunscripción de Toledo, Manuel Mariscal, ha comparecido hoy en el pleno del Congreso de los Diputados para afirmar que gracias a las redes sociales, los jóvenes han descubierto que el franquismo no se trató de ninguna “etapa oscura”. Una verdad, según sus palabras, de la que el Gobierno se está protegiendo utilizando la cadena pública de Radio Televisión Española (RTVE).
De este modo, con estas publicaciones en internet, se está viendo que “la etapa posterior a la Guerra Civil” fue “una etapa de reconstrucción, de progreso y de reconciliación para lograr la unidad nacional”. “Quieren ustedes a radio televisión española en un intento a la desesperada de intentar ocultar estas verdades”, ha señalado Mariscal, mientras sus compañeros en la bancada aplaudían su discurso.
Ante estas declaraciones, varios miembros del Congreso no han tardado en pronunciarse a través de las redes sociales. “Apología del franquismo en el Congreso. Pero no les llames FASCISTAS”, ha escrito el socialista Víctor Rodríguez. “Allanar el camino a Vox por el Partido Popular ha servido para que cada día, con más soltura reivindiquen el franquismo nada menos que en el Congreso. Y sin ponerse colorados”.
La historia familiar de un ministro del Gobierno
También ha reaccionado a las palabras de Mariscal el ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente. “Si eres joven y te crees esta milonga, conviene que contrastes la información. En esa etapa de ‘reconciliación’ posterior a la Guerra Civil, mi abuelo, por ejemplo, se pasó tres años en prisión, de 1939 a 1942. Recibía una paliza a la semana y una ducha desnudo a base de manguerazos de agua fría en el patio de la cárcel, en el crudo invierno de Valladolid”.
Puente ha continuado con su historia revelando que, durante ese periodo, su abuela recogía “cada semana una muda ensangrentada y le llevaba una limpia”. “A pesar de eso, mi abuelo tuvo mucha suerte. Un amigo le salvó del fusilamiento cuando lo llevaban en un camión a las tapias de San Isidro, sin juicio previo ni sentencia”. Un viaje al que llamaban el paseíllo. “Le salvo que era muy religioso y es lo que ese amigo desveló a los que iban a ejecutarle para que le perdonaran”. De este modo, conmutaron su ejecución por la cárcel.
“Él era funcionario del Ayuntamiento de Valladolid. Su único crimen fue ser un hombre de izquierdas, aunque nunca tuvo un cargo publico, ni se dedicó a la política”, ha contado el ministro. “Al salir de la cárcel se quedó en la calle. Perdió su condición de funcionario de carrera y tuvo que buscarse las lentejas como pudo, viviendo una vida de miseria y privaciones”. Finalmente, su abuelo falleció en el año 68 a los 57 años, “cojo de las palizas que recibió con el cuerpo desecho”.
“No hubo ninguna reconciliación tras la Guerra Civil”, ha concluido Puente. “Solo la imposición de algunos de sus ideas por la fuerza. Son los mismos, los herederos políticos y biológicos de esas atrocidades los que quieren repetir esos años tan ‘gloriosos’”. El ministro ha asegurado que él podría seguir la misma suerte que su abuelo si por ellos fuera. “Basta escuchar sus discursos de odio. Son fascistas y no tienen el menor empeño en disimularlo. Que no te engañen. El fascismo es lo peor que le ha pasado a la humanidad y a España. por eso con esta gente ni a coger duros”.