Las estufas de pellets han ganado popularidad en España, especialmente desde la pandemia, con un aumento significativo en instalaciones de equipos de este estilo. Según datos de la Asociación Española de Biomasa (AVEBIOM), en 2020 se instalaron casi 50.000 estufas de pellets y calderas de biomasa, elevando el número total de estos sistemas de calefacción a más de 400.000 en el país, y desde ese momento se han mantenido como una de las alternativas favoritas de los consumidores. Sin embargo, hay algunas diferencias entre si queremos instalar una estufa de pellets en una casa o en un piso.
¿Es viable instalar una estufa de pellets en un piso?
La normativa vigente, específicamente el Código Técnico de la Edificación, establece que los productos de combustión deben evacuarse por la cubierta del edificio, es decir, por el tejado, para evitar la contaminación del aire interior. Esto significa que los gases de las estufas de pellets no pueden ser expulsados por la fachada, ni de manera horizontal ni vertical. Además, si el suelo es de material inflamable, como madera, la estufa debe colocarse sobre paneles de acero o cristal templado, que también deben proteger las vigas de madera situadas por encima.
La instalación de una estufa de pellets en un piso presenta desafíos, principalmente en lo que respecta a la salida de humos. Es necesario instalar una tubería vertical por la fachada, lo cual requiere el permiso de la comunidad de vecinos. Si se cumplen estas normativas y se obtiene el permiso necesario, es posible disfrutar del calor natural que proporciona una estufa de pellets en un piso.
En algunos edificios, existen salidas de humo independientes, como en pilares huecos, lo que facilita la instalación sin mayores complicaciones. No obstante, siempre se recomienda acudir a un instalador profesional de biomasa para asesorarse sobre la potencia adecuada y la ubicación ideal de la estufa en el piso.
Los áticos o pisos superiores pueden tener una ventaja si cuentan con una pre instalación de salida de humos en buenas condiciones, ya que podrían instalar una estufa de pellets sin necesidad de permisos adicionales. Sin embargo, si no existe tal salida, se requerirá nuevamente el permiso de los vecinos para modificar elementos comunes.
Las estufas de pellets ofrecen varias ventajas, como el uso de combustible 100% renovable y un alto poder calorífico. Además, permiten un control electrónico mediante termostatos digitales, lo que facilita su regulación incluso a distancia desde un smartphone.
Los pellets han dejado de ser tan baratos
No obstante, los datos demuestran que el uso de este tipo de estufas podría estar perdiendo su atractivo, sobre todo por el factor económico debido al aumento del precio de los pellets. Según la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), el coste de estos combustibles ha subido un 64% en los últimos dos años. Aunque siguen siendo populares por su perfil ecológico, el incremento en el precio de los pellets podría desincentivar su uso.
El aumento en el precio se debe, principalmente, a la ley de oferta y demanda. A medida que más personas buscan alternativas a la electricidad y el gas, la demanda de pellets ha crecido, lo que ha llevado a un aumento en su producción y, consecuentemente, en su precio. La OCU destaca que el uso de estufas de pellets se ha multiplicado por siete en los últimos 12 años, pero advierte que esta tendencia podría revertirse si los precios continúan subiendo.