El acceso a la vivienda en España se ha convertido en un problema para la gran mayoría de la sociedad: los alquileres han subido el último año hasta precios inalcanzables en todo el país, especialmente en ciudades como Madrid o Barcelona, situando el coste del metro cuadrado en 13 euros de media. Esta situación, que afecta especialmente a los jóvenes y a los colectivos vulnerables, ha provocado que en varias localidades se organicen manifestaciones en las que se exige una regulación de los precios.
Por esta razón, a principios del mes de octubre de este año, se anunció que la Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria (conocida por el acrónimo Sareb) construiría 3.700 viviendas de alquiler asequible bajo el Proyecto Viena, según informó Álvaro López Barceló, presidente del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB). Otra iniciativa de la Sareb se puso en marcha a principios de 2024: la sociedad contactó con los ayuntamientos de 16 comunidades autónomas con el objetivo de adquirir terrenos a precios inferiores a los del mercado en múltiples localidades. Actualmente, un 43 % de las casas bajo la Sareb se encuentran vacías, según los datos aportados por la entidad al periódico El País: de las más de 33.500 viviendas en su balance, 19.164 están habitadas y 14.359 clasificadas como “libres”, siendo de estas únicamente alrededor de 4.800 las que se encuentran disponibles para su venta inmediata.
Qué es la Sareb
La Sareb nació tras la crisis económica de 2008, concretamente en 2012, con el objetivo de rescatar los activos inmobiliarios tóxicos de las cajas de ahorros y los bancos. Las autoridades españolas y la Unión Europea llegaron a un acuerdo por el que, para recibir el rescate financiero de hasta 100.000 millones de euros, debía crearse esta sociedad, que gestiona activos inmobiliarios y préstamos vinculados con la promoción inmobiliaria. Aunque en un primer momento se constituyó como empresa privada, el Gobierno modificó la ley para convertirla en una institución pública, que actualmente promueve el alquiler asequible y accesible con la venta de viviendas a particulares por un valor de alrededor de 90.000 euros.
La Sareb es conocida como un “banco malo” (término que procede del anglosajón bad bank) debido a que su labor consiste en comprar activos tóxicos de otros bancos para sanear sus cuentas. De esta manera, puede obtenerlos a un precio inferior al que se pagó para adquirirlos porque han perdido valor y fomentar así el crédito a empresas y familias. Pese a que los bancos pierden dinero con esta transacción, es beneficiosa porque sanean sus cuentas y la Sareb consigue inmuebles.
La actividad de la Sareb finalizará en 2027, fecha límite que la sociedad tiene para dar salida a todos sus activos. Sin embargo, según un informe de la propia sociedad publicado en 2021, se prevé que el conocido como “banco malo” no podrá ser capaz de cancelar por completo su deuda para ese año, por lo que se calcula que el Estado deberá aportar aproximadamente una cantidad de casi 8.000 millones de euros.
Por qué los pisos de la Sareb son más baratos
Los pisos que vende la Sareb, cuyos compradores mayoritariamente son personas físicas (un 90 % según los datos de la propia entidad) suelen tener un precio inferior que el de la media del mercado inmobiliario. Esto es debido, en primer lugar, a la propia actividad de la sociedad: como se encarga de gestionar y liquidar activos problemáticos o tóxicos del sector inmobiliario español, principalmente procedentes de entidades financieras rescatadas, las propiedades son adquiridas a precios reducidos. Además, el objetivo de la Sareb es liquidar estos activos para recuperar la inversión y reducir la deuda acumulada, por lo que, para facilitar la venta rápida de estos inmuebles, debe establecer precios más competitivos.
Por tanto, la situación de crisis económica que afecta a los bancos y cajas de ahorros termina beneficiando el precio de estas viviendas que se venden a particulares, pues tanto las entidades financieras como la Sareb buscan liquidar estos activos aunque sea a precios más bajos.
Además, otra de las cuestiones que provoca que estos pisos sean más baratos es que muchos de ellos requieren reformas o se encuentran ubicados en áreas con menos demanda, lo que influye en un menor precio en comparación con la media del mercado.