El año 2024 está siendo uno de los más duros para la Corona Real británica. Y es que mientras el rey Carlos III y Kate Middleton se recuperan del cáncer del que fueron diagnosticados, ha salido a la luz la delicada situación que atraviesa el hermano pequeño del monarca, el príncipe Andrés.
Las polémicas que han rodeado la vida del royal británico en los últimos años le han mantenido alejado de la familia real. Desde entonces, el benjamín del matrimonio de la reina Isabel II y Felipe de Edimburgo ha permanecido refugiado en el Royal Lodge, una de las residencias oficiales de la corona. Eso sí, la expareja de Sarah Ferguson ha tenido que reunir todo el dinero que le pedía el soberano para quedarse en el imponente castillo y evitar que le echen. Sin embargo, ahora se conoce que no atraviesa su mejor momento a nivel personal.
La situación que vive el duque de York es tal que ha generado una gran preocupación en su entorno y, sobre todo, en sus dos hijas, Beatrice y Eugenia de York, quienes no han dudado en tomar una importante decisión a raíz de su estado.
Abandonado en un inmenso castillo
Desde que salieron a la luz sus escándalos, el príncipe Andrés se ha mantenido recluido en su casa de 30 habitaciones, situada en Windsor Estate, donde acostumbra a recibir la visita de sus dos hijas y sus nietos. Allí permanece centrado en la nueva vida que ha tenido tras ser apartado de sus quehaceres reales. La revista internacional Hello! asegura que el tío del príncipe Guillermo solo encuentra consuelo en su faceta de abuelo. Y es que en las últimas imágenes que han trascendido sobre él, se muestra muy animado y feliz, enseñando a su nieta de tres años a montar en pony, previo paso para hacerlo en caballo.
“El duque de York se mantiene ocupado con el único apoyo de sus hijas, protectoras y leales”, afirman desde la ya mencionada publicación. Beatriz y Eugenia de York se han tomado muy en serio el actual abandono del que es objeto su padre por parte de la Corona británica y la preocupación que existe en torno a su estado. Así, han decidido no dejarle solo y se turnan para ir a visitarle.
“La princesa Beatriz y la princesa Eugenia han estado turnándose para pasar los fines de semana con su padre, llevando a sus hijos para levantarle el ánimo”, señalan fuentes cercanas a Andrés a la mencionada publicación, que añade que este encuentro familiar tiene lugar casi todos los fines de semana. “Ahora pasan mucho más tiempo con él que en los últimos años. Su relación es ahora muy cercana respecto a su padre y se han vuelto muy protectores hacia él”, continúan asegurando las mismas fuentes.
Quien tampoco ha dudado en extenderle su apoyo es Sarah Ferguson, que pese a estar separados desde 1996, aún comparten tiempo juntos. “El duque de York todavía juega al golf y a menudo se lo ve a caballo en los terrenos del castillo de Windsor y cuando su exmujer Sarah, duquesa de York, está en casa, pasean a sus cinco Norfolk Terriers y dos de los Corgis de la difunta reina en las 39 hectáreas de tierra alrededor de Royal Lodge y en los jardines de Frogmore”, señala la revista internacional.
“No tiene nada más, no tiene vida pública, no tiene ningún papel público. Está claro que está dedicado a esta casa y le gusta estar allí, así que si puede hacer que funcione, lo intentará”, afirma el experto en realeza Robert Hardman al citado medio.