La profesión de docente ha pasado a ser muy demandada en los últimos años: además de las carreras de Educación Infantil y Primaria, son muchos los estudiantes que, una vez han terminado su grado universitario, deciden realizar un máster de profesorado para poder desarrollar su actividad laboral como profesores de instituto. Una vez conseguida la plaza con unas oposiciones, se tiene la seguridad de un empleo fijo; además, el horario y las vacaciones de verano son algunas de las ventajas que llevan a muchas personas a decantarse por esta profesión, ya que les permite conciliar la vida laboral y privada.
El debate sobre que los profesores tienen demasiado tiempo libre y vacaciones ha estado vivo durante años, un argumento que ha servido a muchas personas para desprestigiar la docencia y considerar “fácil” el camino para llegar a este empleo. Sin embargo, los profesores se encuentran completamente en desacuerdo con estas afirmaciones: ni es una tarea sencilla ni pasan mucho tiempo sin hacer nada. Esto es lo que han explicado los profesores italianos a través de las redes sociales, que han utilizado como altavoz para mostrar la otra cara de la profesión y las dificultades que supone tomar dicho camino laboral.
“Con 20 horas de clase trabajo al menos 40″, explica uno de los usuarios. Pese a que la jornada laboral termina por la tarde temprano, la mayoría de docentes continúan trabajando en sus casas: corrigiendo exámenes, evaluando tareas o preparando las clases de la semana, algo que resulta fundamental para que los estudiantes cuenten con una educación organizada y de calidad. Además, otra de las cuestiones importantes de este debate es el sueldo. Son muchos los docentes que consideran que la remuneración es demasiado baja en comparación con la carga de trabajo y la responsabilidad del puesto. Ante esta situación, algunos prefieren buscar otras alternativas en el sector privado, especialmente aquellos especializados en temas científicos: “El problema son los profesores de matemáticas y física, que en la empresa tienen la posibilidad de encontrar puestos de trabajo con una flexibilidad comparable, pero con salarios literalmente del doble”.
Otros obstáculos de los docentes
En el caso italiano, los profesores también han señalado que a veces, debido a los salarios insuficientes, se ven forzados a completarlos dando clases particulares a estudiantes o desarrollando otras actividades. Esta situación deja un panorama deficiente, ya que, si no se facilitan unas buenas condiciones laborales para los docentes, estos buscarán otros empleos y habrá escasez de profesionales dentro de la educación.
Sin embargo, también pueden producirse dificultades cuando un profesor decide dejar su empleo y continuar su carrera laboral en otros ámbitos, ya que dentro de la educación existe una falta de crecimiento profesional: “No puedo proponerme a ninguna empresa porque no he adquirido ninguna experiencia que me haga atractivo a sus ojos”, explicaba un profesor con 15 años dentro del sector.
Todas estas situaciones que los profesores italianos han señalado en las redes sociales pueden extrapolarse a otros países, en los que el estado de la educación y las condiciones laborales de los docentes ha llevado a estos a huelgas, manifestaciones y pedida de mejoras. Por ejemplo, la cuestión geográfica: en Italia, tener una casa en propiedad es mucho más económico en el sur, pero existe allí una escasez de prácticas que empuja a muchos docentes a trasladarse al norte, donde el coste de vida es mucho más elevado. Lo mismo ocurre en España con las distintas comunidades autónomas.
La educación es uno de los pilares más importantes de la sociedad, por lo que los docentes deben tener buenas condiciones laborales que hagan atractiva la profesión. Solo así se podrá atraer a los profesionales, lo que mejorará la enseñanza y la preparación de los estudiantes.